En la industria gallega hay alta tensión. Las grandes fábricas de la comunidad intensivas en consumo de electricidad (como Alcoa, Ferroatlántica, Xeal, Megasa o Celsa Atlantic), de las que dependen 5.000 empleos, recelan del Estatuto del Consumidor Electrointensivo tal como lo plantea el Ministerio de Industria, porque además de recoger menos ayudas económicas respecto a los buenos tiempos de las subastas de interrumpibilidad (primas eléctricas) las diluyen en un número de beneficiarios que se ha multiplicado por cinco, pasando de 115 a 602 empresas.

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