El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, tiró ayer de ironía para censurar el proyecto de Estatuto del Consumidor Electrointensivo elaborado por el Gobierno central, un borrador que multiplica por cinco los beneficiarios en detrimento de las comunidades con más consumo, casos Galicia o Asturias. "Cuando vemos qué compañías son y las condiciones, hemos de felicitar a empresas catalanas y vascas, porque las que se incorporan nuevas son de Cataluña y el País Vasco", comentó con ironía antes de aseverar que "Galicia no lo puede permitir". Ese favoritismo territorial reflejado, a su juicio, en el "mal llamado estatuto de empresas electrointensivas" le sirvió al presidente gallego para denunciar "las asimetrías cada vez más insultantes e incomprensibles" entre comunidades. "Son el mayor atentado contra el estado de las autonomías", añadió.

En este sentido, abogó por una España "en que no solamente se hable de Madrid y Barcelona, o de Madrid y Vitoria". De lo contrario, esta se convertirá en un "Estado semifeudal donde está el poder central y dos feudos que influyen en el poder central", de manera que "el resto nos quedamos simplemente para comentar las decisiones que se adoptan fuera de nuestros radares".

"Queremos competir, no que nos cortes las alas", aseguró Feijóo durante su intervención en el Foro Galicia sobre Innovación y Sostenibilidad celebrado ayer en A Coruña y promovido por el diario El Economista.

El presidente gallego calificó de "error estratégico" el proyecto de Estatuto del Consumidor Electrointensivo elaborado por el Ministerio de Industria. "Espero que el Gobierno lo remedie, no es un estatuto sino que puede ser un parte de defunción", dijo en relación al efecto de este borrador en empresas como la coruñesa Alu Ibérica (antigua Alcoa) o Alcoa San Cibrao. Para corregirlo, el Ejecutivo autonómico presentó la semana pasada, en alianza con los de Asturias y Cantabria, una batería de alegaciones que prácticamente suponen una enmienda a la totalidad del plan propuesto por el Ministerio de Industria para abaratar los costes energéticos del sector fabril. Los cambios demandados incluyen que se dé preferencia a las plantas que más dependen del precio de la electricidad „casos de Alcoa o Alu Ibérica en Galicia„ y cuadruplicar la rebaja media ofrecida hasta ahora „pasando de 2,25 euros a 10 euros por megavatio/hora„ mediante nuevas bonificaciones en los cargos, peajes e impuestos incluidos en la tarifa de la luz.

Feijóo también aprovechó su intervención en el foro para cargar contra la "improvisada" política energética del Gobierno central al apelar a una transición "ordenada" y no "desordenada" hacia la descarbonización. A su juicio, en el contexto actual Galicia está abocada a pasar de un "excedente eléctrico a deficitario". "No podemos desenchufar las centrales térmicas y comprar energía a las centrales marroquíes", dijo sobre el cierre de plantas como Endesa o Meirama.

Situación de "colapso"

El presidente gallego sostiene que "no es posible sustituir megavatios de centrales térmicas por megavatios eólicos" y advirtió de que "este es un problema no menor" provocado por un Gobierno que "distribuye competencias energéticas e industriales en dos departamentos distintos". En este sentido, considera que "cuando la energía pesa más que las decisiones industriales, este país entra en una situación de colapso y desorden económico".