El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, confirmó ayer que el Gobierno tiene intención de aprobar hoy una prestación económica para ayudar a los padres que tengan que quedarse en casa, sin posibilidad de teletrabajar, o reducir su jornada, por el cierre de colegios ante la expansión del coronavirus. Se trata de una nueva prestación de la Seguridad Social con la que se compensará a los progenitores por la pérdida de ingresos derivada del tiempo que dejarán de trabajar para cuidar de sus hijos, señaló ayer el ministro. También precisó que la nueva prestación irá a cargo de las arcas públicas, por lo que las empresas no tendrán que costearla. "Esta prestación tiene un coste significativo, pero manejable", apuntó al recordar que la creación de esta ayuda deriva de una situación "sobrevenida" como es la del cierre de colegios en determinadas zonas de España. Para los trabajadores aislados por el coronavirus, el Gobierno aprobó ayer que se consideren en baja por contingencias profesionales, lo que descargará a las empresas de pagar parte de la prestación, ya que la Seguridad Social asumirá el coste desde el primer día. Escrivá indicó que por ahora los trabajadores en cuarentena son "pocos".

En el caso de que llegaran a las cifras de Italia, unos 70.000, el coste para la Seguridad Social para un periodo de tres semanas sería de unos 50 millones de euros. Sería un gasto adicional a los 800 millones que la Seguridad Social destina cada mes a prestaciones por incapacidad temporal de todo tipo y que será absorbido por los Presupuestos Generales del Estado. "Estos fenómenos suelen ser transitorios", afirmó Escrivá.