La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) registró pérdidas de 947 millones de euros a cierre

del ejercicio 2019, lo que representa un incremento de los números rojos de un 7,85% respecto a un año antes.

El banco malo explicó que esta cifra está impactada en parte por un caro de impuestos por valor de 83 millones de euros correspondientes a activos fiscales diferidos que no se materializarán en el futuro.

Los ingresos por su actividad de gestión y venta de activos inmobiliarios y financieros ascendieron a 2.308 millones de euros, un 34% menos.