El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha cifrado en 888.597 los empleos destruidos desde el 12 de marzo como consecuencia de la crisis del coronavirus, por debajo de los 898.822 informados hasta el 31 de marzo gracias a la mejora de la afiliación en abril.

En cualquier caso se trata de una caída equivalente a la de los peores meses de la anterior crisis, entre septiembre de 2008 y marzo de 2009, según ha destacado el ministro durante su comparecencia este miércoles en el Congreso de los Diputados, donde ha incidido en que el 70 % del empleo perdido se corresponde con contratos temporales.

Construcción, hostelería y las actividades artísticas, recreativas y de ocio son los sectores más afectados por la fuerte pérdida de empleo asociada a la epidemia.

Escrivá ha explicado que desde el 24 de marzo se ha entrado en una fase de estabilización, que continúa en abril, lo que ha permitido que en los primeros catorce días del mes el saldo entre altas y bajas sea positivo, con más de 42.000 nuevas altas en los dos últimos días.

Ha añadido que tras perderse 600.000 afiliados a la Seguridad Social en los días en torno a la declaración del estado de alarma el 14 de marzo, desde el día 24 no se observan caídas de esa magnitud, con la única excepción del 31 de marzo, aunque en este caso la evolución está condicionada por el habitual fin de contratos al acabar el mes.

Además, el ministro ha indicado que esta tendencia a la estabilización en el mercado laboral es común a toda la geografía española y ha destacado que hay ocho provincias donde crece la afiliación en la primera mitad de abril, que son Badajoz, Huelva, Cádiz, Murcia, Albacete, Baleares, Huesca y Tarragona.

En opinión de Escrivá, el cambio de tendencia en el mercado de trabajo tiene que ver con las medidas que ha ido adoptando el Gobierno que "son muy extensas y podrán proteger las rentas de 6 millones de personas, más del 30 % de la población activa ocupada".

La implantación de una renta mínima para colectivos más vulnerables es una de las medidas que se están ultimando y sobre la que Escrivá ha avanzado que beneficiará a cerca de 100.000 hogares monoparentales y servirá para reducir la pobreza extrema "en cifras altísimas", en tanto que los ayuntamientos serán decisivos en su gestión.

La protección de rentas "es la absoluta prioridad del Gobierno en este momento", ha señalado el ministro, que ha dicho que ya hay 4 millones de trabajadores -equivalentes al 16 % de la población activa- que están incluidos en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y que siguen dados de alta como afiliados a la Seguridad Social.

La mitad de ellos ya están cobrando la prestación por desempleo, en tanto que al 50 % de las empresas que han planteado ERTE ya se les ha efectuado la exoneración de las cotizaciones a la Seguridad Social de sus trabajadores.

También ha hecho referencia al casi millón de autónomos que se calcula que podrán recibir la prestación extraordinaria, que supondrá un beneficio económico mínimo de 950 euros al mes y será cobrada este viernes por más de 800.000 beneficiarios.

"La prestación se está concediendo casi al total de las personas que la han solicitado, con una aceptación del 97 % de las solicitudes", ha puntualizado.

Ha añadido en que en los próximos días se publicará la orden ministerial con el detalle de los sectores empresariales que podrán acogerse a la moratoria de seis meses para las cotizaciones que se tienen que pagar en los meses de abril, mayo y junio.

El ministro ha reconocido que como consecuencia de todas estas medidas el incremento de la deuda pública será muy alto, pero "perfectamente financiable" en los mercados.

"La humildad empieza por los números. No sabemos lo que va a costar, lo que sí sabemos es que será un coste de una sola vez, una gran subida de golpe, que retrasará las proyecciones de corrección de la deuda", ha dicho, reconociendo que la posición de partida de España no es óptima, pero tampoco está entre las peores.