Galicia pierde a uno de sus grandes empresarios.Un empresario hecho a sí mismo desde el escalón más humilde. Un empresario de los de verdad, leal a su gente, emprendedor nato y con una habilidad e instinto especial para detectar oportunidades de negocio, anticipándose siempre a los demás, claves que siempre lo derivaban a su éxito empresarial e inversor. Un empresario que tuvo sus mayores logros empresariales como promotor inmobiliario. Pero también por sus inversiones en ámbitos como el hotelero, los productos agroalimentarios o las energías renovables en varios países del mundo.

Aunque su mayor reconocimiento y acierto inversor y empresarial le vino de las manos de Fadesa.Su compañía fundada en los ochenta, y que la convirtió, en un cuarto de siglo,en una de las inmobiliarias de refencia a nivel nacional y europeo. Empresa inmobiliaria que vendería en el 2006 a Martinsa en más de 4.000 millones de euros,convirtiendo dicha operación inmobiliaria en la mayor de la época.Y adelantándose así,con su venta dos años antes,al cambio de ciclo inmobiliario en España. Estaba claro su olfato para detectar el momento de invertir y vender .

Todo un antes y un después en el sector inmobiliario y empresarial gallego y nacional, a las puertas de una "nueva normalidad", la cual aún no sabemos con certeza a qué camino nos va llevar.

Descanse en paz.