A Manuel Jove, fallecido la madrugada del pasado miércoles a los 78 años, le aconsejaban sus allegados que se retirase a "disfrutar" de su fortuna tras vender la inmobiliaria Fadesa al vallisoletano Fernando Martín. Aquella operación, valorada en 4.000 millones de euros, se fraguó en el último trimestre de 2006, para sorpresa del sector, y se hizo efectiva el 15 de marzo de 2007, a las puertas del estallido de la burbuja inmobiliaria. Pero El Jefe, como le llamaban sus empleados, solo tardó unos meses en poner en marcha su siguiente iniciativa empresarial, la corporación Inveravante. Ésa era su forma de disfrutar. Llevaba en el tajo desde los 11 años, cuando entró a trabajar en la carpintería de su padre, y no concebía la retirada con 66. El empresario vocacional, como el sacerdote, no se jubila nunca.

Aparte de la gestión del decimosexto patrimonio español según la revista Forbes, Inveravente representa también la conformación de un plantel directivo sólido con la segunda generación de la familia al frente. Jove tenía un estilo muy personal, pero ya en Fadesa comprobó que sin equipo no podía gestionar todo el proceso inmobiliario, desde el estudio de suelos a la postventa, y llegar a la cima. El organigrama de Inveravante constituye una simbiosis de ejecutivos de la etapa de Fadesa y otros que se incorporaron desde el arranque de la corporación, pero que llevan rodándose juntos desde 2007. Durante el último año, periodo en el que El Jefe estuvo enfermo y en el que su presencia en la sede coruñesa fue intermitente con el paso de los meses, la compañía ha mantenido su rumbo de forma inalterable hasta la declaración del estado de alarma. Los roles están muy definidos, por lo que solo queda definir cómo quedará la cúpula.

El grupo cuenta con dos vicepresidentes, Manuel Ángel Jove, que supervisa el conjunto del negocio de la compañía y se encarga directamente de la división hotelera, Attica 21 Hotels. Su hermana Felipa lleva las riendas de la Fundación, creada un año después del fallecimiento repentino de su hermana María José en 2002. A través de esta entidad, Inveravante canaliza su compromiso social. Felipa también se encarga del área corporativa. Los hijos de Manuel Jove conforman, por tanto, la primera línea directiva de la empresa.

Organigrama

En la segunda línea figura el director del grupo empresarial, Antonio de la Morena, que coordina las diferentes áreas de negocio; el director financiero, Jaime Lacalle; y el responsable de inversiones financieras, Alberto Rodríguez, que gestiona las participaciones en diferentes sociedades a través de Cápitavante.

La tercera línea es la integrada por los ejecutivos de la división inmobiliaria, Avantespacia, que cuenta con dos directores: Bernardino Hernández, que coordina la compra de suelo, y Rocío Díaz, responsable del desarrollo inmobiliario. Aquí también se encuadra el área de bodegas, Terraselecta, que dirige Iván Cata. Este departamento es el único con base operativa fuera de A Coruña, concretamente en Madrid. El motivo es que el grupo cuenta con once bodegas en el conjunto del territorio español y prefiere centralizar este ámbito.

Inveravante cuenta con un Consejo de Administración en el que está representada la familia (ahora queda vacante la silla del padre) y dos consejeros externos: Antonio Couceiro, presidente de la Cámara de Comercio de A Coruña, y Tomás Blasco, ex alto directivo de BBVA, entidad financiera en la que Manuel Jove llegó a controlar un 5%.

La compañía cuenta con 800 empleados directos, un patrimonio cercano a los 1.400 millones de euros (la fortuna de Manuel Jove ronda los 1.600 millones de euros) según las últimas cuentas presentadas (2018) y cuatro áreas definidas: la inmobiliaria, la hotelera, la alimentaria y la energética. Esta última ha perdido peso con los años -en la actualidad resulta prácticamente residual debido a las desinversiones acometidas en este ámbito durante los últimos años-, de ahí que el ladrillo sea el que mande, como en los orígenes.

Uno de los posicionamientos de la firma tiene que ver con el desarrollo de proyectos exclusivos en diferentes países del mundo, que incluyen zonas residenciales, áreas de ocio, comerciales e infraestructuras hoteleras. Están situados en localizaciones denominadas Premium: un ejemplo es el Anfaplace Living Resort, diseñado por Foster y Partners, junto al mar de Casablanca (Marruecos).

Inveravante es propietaria del Parque Warner en Madrid, así como de todo el suelo urbano que lo rodea. En total suman algo más de un millón y medio de metros cuadrados. Este suelo urbano completará la oferta de ocio del propio parque temático con hoteles, oficinas, áreas comerciales y empresariales.

En Paracurú, Brasil, situado en uno de los escenarios más espectaculares del nordeste de Brasil, en el estado de Ceará, desarrolla un complejo de 720 hectáreas, en primera línea de playa con aprobación urbanística completa.

Hoteles de primer nivel, apartahoteles y viviendas se distribuirán a lo largo de un gran desarrollo de 1.200 hectáreas en la Baja California, frente al Mar de Cortés. Este proyecto 360º está ya reclasificado desde el punto de vista urbanístico y constituirá un nuevo referente turístico en la zona.

En Tartasesti, muy próximo a Bucarest, la firma desarrolla un proyecto residencial compuesto por 15.000 viviendas.

La división inmobiliaria incluye también otros activos patrimoniales, entre los que destacan el Bussines Center Marineda City, Valaire, Mesoiro o el Parque Industrial de Vío en A Coruña.

Avantespacia, que aglutina la gestión de suelo y desarrollos inmobiliarios, cuenta con una cartera de suelo de 1,5 millones de metros cuadrados edificables. Actualmente, tiene en promoción más de 2.500 viviendas, que suponen 348.000 metros edificables, y prevé un volumen de ventas para el período 2019-21 de más de 770 millones de euros. El resto de la cartera de suelo (1,2 millones de metros cuadrados), se desarrollará en los próximos años. Actualmente cuenta con proyectos en curso en Galicia (Finca de Xaz en Oleiros y Caballeros 47 en A Coruña), Asturias, Cataluña, Aragón, Navarra, Las Palmas, Madrid y Andalucía.

La compañía posee actualmente siete hoteles situados en Madrid, Cataluña y Galicia (Attica 21 en A Coruña, As Galeras Hotel Apartamentos en Oleiros, Apartamentos Portazgo y Attica 21 Hotel Spa Villalba; en proyecto está el hotel 4 estrellas en Samil).

Terraselecta, a su vez, está presente en las principales zonas vitivinícolas de España a través de sus bodegas: Viñas del Cenit (Tierra del Vino de Zamora); Viña Nora (Rías Baixas); Bodegas Naia (Rueda); Bodega Mano a mano (Vino de la Tierra de Castilla); Bodegas Óbalo (La Rioja), Pazos del Rey (Monterrei), Dominio de Atauta (Soria-Ribera del Duero), Atalayas del Golbán (Soria-Ribera del Duero) y Álvaro Domecq (Jerez).

La compañía trabaja con la normalidad que permite la situación excepcional que vive España por la pandemia. La construcción mantiene la actividad salvo las dos semanas de parón decretadas por el Gobierno. En este campo, la compañía ha focalizado la comercialización a través de la televenta. Las oficinas comerciales de venta de viviendas abren el lunes con cita previa. Las bodegas trabajan con normalidad y la comercialización se desarrolla ahora, principalmente, a través de tienda online. Unos hoteles están cerrados y otros en funcionamiento como hoteles medicalizados. Todos abrirán progresivamente según las disposiciones del Gobierno. El personal teletrabaja y a partir del lunes compaginará la incorporación progresiva a las oficinas con el trabajo en casa. La próxima semana, la sede de Inveravante podrá recibir visitas con cita previa.