El Tesoro Público español ha revisado su programa de financiación previsto para 2020 como consecuencia de la crisis generada por el coronavirus y aumentará en unos 100.000 millones de euros tanto la emisión bruta como la neta estimadas a principios de año.

Así, en el nuevo escenario, en el que el Estado tendrá que hacer frente a importantes gastos por las medidas aprobadas y verá reducidos los ingresos por la contracción económica, el Tesoro calcula unas necesidades de financiación bruta para este año de 297.657 millones de euros.

De ellos, 185.969 millones se prevén financiar mediante bonos y obligaciones, y 111.688 millones, a través de letras.

En términos netos -descontando las amortizaciones del ejercicio en curso-, las necesidades de financiación alcanzan los 130.000 millones, de los que el 77,7% (101.000 millones) se obtendrán a través de emisiones a medio y largo plazo, y el 22,3% restante (29.000 millones), con instrumentos a corto plazo.

A principios de año, la emisión neta prevista era de 32.500 millones y la bruta, de 196.504 millones.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos han explicado que la nueva estimación neta de 130.000 millones se puede cubrir íntegramente mediante subastas del Tesoro o con otras alternativas de financiación como el SURE, el nuevo fondo europeo contra el paro, del que, según calculan, España puede obtener unos 15.000 millones.

No obstante, han precisado que aún están por ver las condiciones de dicho fondo, que tendrá hasta 100.000 millones, el importe que se repartirá a cada país y si se podrá acceder este mismo año o de forma gradual.

Si finalmente España recibe los 15.000 millones del SURE, podría casi completar el gasto presupuestado para este año correspondiente a las prestaciones por desempleo asociadas a los ERTE, que alcanza los 17.894 millones, según el Programa de Estabilidad 2020-2021.

Otro instrumento que podría ayudar a reducir las necesidades de financiación del Tesoro sería el fondo de reconstrucción para Europa, aunque también dependerá de si finalmente se estructura en forma de transferencias o de préstamos a los diferentes países.

Las transferencias no contarían como deuda y supondrían más ingresos de los previstos, por lo que el Tesoro podría ahorrase la emisión de más deuda.

Fuentes del Gobierno han asegurado que la revisión llevada a cabo por el Tesoro es conservadora y ha tenido en cuenta tanto las medidas ya aplicadas para hacer frente a la crisis como las posibles nuevas. Desde hace ya unos meses, tras el estallido de la crisis sanitaria, España ha acelerado sus emisiones y ya ha captado 143.491 millones, el 48,6 % del nuevo objetivo establecido para 2020, y casi el 55% del anterior.

El año pasado, por estas fechas, el Tesoro había captado un 53% de su objetivo de financiación a medio y largo plazo.