El Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña ha declarado la extinción de los contratos de trabajo que vinculaban a la concursada Isidro 1952 con 82 trabajadores, cada uno de los cuales será indemnizado con cargo a la masa -sin perjuicio de las obligaciones del Fogasa- en las cantidades que se corresponden con veinte días de salario por año de servicio, con un máximo de doce mensualidades.

La magistrada considera acreditadas las causas económicas y productivas motivadoras de la medida interesada por la Administración Concursal, que consistían en la extinción colectiva de los contratos de los 82 trabajadores de la plantilla de Isidro 1952. "No hay motivos para apreciar en este caso indicio alguno de dolo, fraude, coacción o abuso de derecho", indica la jueza en el auto, en el que destaca que de la documentación aportada "se desprende la disminución persistente en el nivel de ingresos ordinarios o de ventas de la concursada".

En el ejercicio 2018, según el auto, las ventas se redujeron en un 12,37% respecto al ejercicio anterior y, en el año 2019, se vendió un 26% menos que en 2018. Por otra parte, LIDL, que era el principal cliente de la compañía, a finales de 2017 comunicó su intención de diversificar la red de proveedores. "Ello supuso que en el año 2018 se redujesen los pedidos de esta empresa y tuviese lugar una bajada acusada de las ventas, que se ha hecho especialmente acusada a partir de mayo de 2019", señala la jueza, quien subraya que el descenso del volumen de ventas y de la producción "obliga a ajustar los recursos humanos a las necesidades productivas".

El Juzgado de A Coruña declaró en concurso voluntario a la pesquera coruñesa, antigua Isidro de la Cal, a finales de enero por la "imposibilidad" de hacer frente a su situación económica, con falta de fondos para afrontar sus deudas.