Pese al confinamiento, los gallegos tiraron de tarjeta. Aunque el estado de alarma redujo las compras, los supermercados y tiendas de alimentación y el comercio online dieron un balón de oxígeno a la economía en plena pandemia y tras el inicio de la desescalada se pone cierto freno a los efectos de la crisis desatada por el coronavirus. Cada vez más establecimientos comerciales de Galicia -ya son el 82%- registran algún tipo de actividad de pago durante la fase 1 del proceso hacia la "nueva normalidad", que se inició el pasado 11 de mayo. Tras caer el comercio hasta el 35% nada más estallar el Covid y recuperarse hasta el 60% durante la fase 0, el avance en la desescalada en la comunidad gallega permitió alcanzar ya el 93% del nivel precrisis, según el Observatorio Abanca presentado ayer y lanzado en colaboración con el Instituto de Educación Superior Intercontinental da Empresa. Con esta iniciativa, se pretende aportar a la sociedad gallega, y en especial a su tejido productivo, datos económicos y sobre el cambio de hábitos en la comunidad que sirvan de soporte para sus decisiones.

El estudio, Termómetro de la desescalada, realiza una radiografía de la actividad comercial y los hábitos de consumo observados en Galicia desde el inicio de la emergencia sanitaria tras el análisis de un total de 106 millones de operaciones con tarjeta realizadas por 875.000 gallegos en 47.000 establecimientos comerciales.

La información fue tratada de forma anónima y estructurada en seis sectores: alimentación, farmacia, transporte, comercio minorista, ocio y otras actividades, según el informe presentado ayer por el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, y el presidente de Afundación/Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa.

Ocio y turismo

El informe detecta cambios importantes en la estructura de consumo, con un incremento de la alimentación en la cesta de las familias que pasó de representar el 31,5% en la etapa pre-Covid al 70,2 % en el confinamiento. La desescalada reequilibró este porcentaje a casi el 52 %. Por el contrario, el ocio sufre una reducción drástica desde el 8,5 % previo hasta el 2,2% actual. También el comercio minorista experimentó un retroceso desde el 12,6 % en el confinamiento, si bien con la desescalada roza ya el 27% las compras con tarjeta de los clientes de Abanca.

Además se aprecian dos grandes tendencias: el crecimiento del comercio electrónico y la elección de la tarjeta como medio de pago principal. Las retiradas de efectivo cayeron 8,5 puntos y las ventas online repuntaron 8,1 puntos en la fase confinamiento. El presidente de Abanca augura una desaceleración en el uso del dinero físico, lo que califica de "magnífica noticia" no solo por los efectos en los costes bancarios sino también en aras de una "mayor transparencia" de los datos macroeconómicos.

Por provincias, el comportamiento ha sido similar, si bien en A Coruña y Pontevedra se ha notado un poco más el descenso por el mayor peso del ocio y del turismo.

Por otra parte, Escotet valoró el comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia en el primer trimestre del año, porque pese a su contracción está evolucionando "mejor" que el del conjunto de España, una tendencia que se mantendrá, augura el presidente de Abanca y que podrá alcanzar niveles pre-Covid "en dos años cómodamente".