La factura de la luz ha bajado un 0,13% en el mes de mayo respecto a abril, encadenando así su cuarto descenso consecutivo en 2020, si bien respecto a hace un año es un 20,1% más barata.

A falta de dos días para que finalice el mes y según los datos obtenidos del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo para un consumidor tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 KWh al mes), acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC)- se sitúa en mayo en 44,55 euros (6 céntimos menos que en abril).

El descenso modera el desplome del mes de abril, que coincidiendo con el confinamiento por la pandemia del coronavirus y el fuerte descenso de un 65% de los precios en el mercado mayorista, el recibo para ese mismo tipo de consumidor se vio rebajado en un 7,96% respecto al mes anterior y un 21,2% en relación al mismo mes del año pasado.

En lo que va de año, la factura de la luz bajó un 7,35% en febrero, un 3,4% en marzo y un 7,96% en abril, frente al repunte del 4,6% que experimentó en enero.

La diferencia del recibo de la electricidad en mayo es todavía mayor si se compara con el mismo mes del año pasado, cuando la factura para este tipo de consumidor, si tuvo el mismo consumo de 250 KWh, le costó 11,21 euros más.

En el mercado mayorista, los precios han subido aproximadamente un 16% respecto a abril, en el que sufrieron un desplome del 65%, y cerrarán mayo en el entorno de los 20,5 euros/megavatio hora (MWh), aunque respecto a mayo de 2019 están un 57% más baratos.

Este mes es el mes de mayo con los precios más bajos desde que hay registros, que es el año 2007. Además, en mayo la demanda eléctrica ha caído un 12% respecto al mismo mes del año pasado, por debajo del desplome del 17,5% que sufrió en abril.

Aunque la desescalada de las medidas contra el coronavirus ha incrementado la demanda, todavía los niveles son muy bajos.