La amenaza de despido colectivo que se cierne sobre 534 trabajadores de la fábrica de aluminio que Alcoa tiene en San Cibrao (Lugo) -comunicada por carta la pasada semana por la multinacional a la plantilla- mantiene atenazada a toda la comarca de A Mariña. Buena muestra de ello fue la multitudinaria movilización de ayer con miles de vecinos -8.000 según los organizadores y unos 4.000 según fuentes policiales- que no dudaron en cortar con barricadas de neumáticos incendiados la Autovía del Cantábrico, la A-8, su paso por Ribadeo. Mientras, los compañeros de A Coruña aprietan los dientes a la espera de que se cumpla el ultimátum otorgado por Alcoa al fondo suizo Parter Capital que el pasado verano adquirió las plantas de A Coruña y Avilés, y un mes más tarde empezó a negociar su traspaso -presuntamente irregular- a Grupo Riesgo, consumándolo el pasado marzo.

Miles de mariñanos se manifestaron ayer en Ribadeo con una proclama: defender la "intervención temporal" de la factoría de Alcoa en San Cibrao, el único instrumento con el que creen posible salvar el empleo de más de 500 trabajadores directos del complejo aluminero. La marea ciudadana, pertrechada con sus máscaras, paralizó un tramo de la Autovía del Cantábrico, la A-8, a su paso por Ribadeo, a la altura del Puente dos Santos que comunica Galicia y Asturias.

Según el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, no habría motivo para reventar si "el Gobierno no hubiese puesto a los trabajadores en la picota". "A Mariña lucense no tiene otra industria que se pueda equiparar a la fábrica de Alcoa", precisamente por este motivo, adujo Zan, la comarca entera se movilizó para paralizar la autovía en ambos sentidos al mediodía de este domingo.

Al respecto, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez manifestó que está "intentando garantizar los empleos" de Alcoa y la "perdurabilidad de esta importante" industria. Hizo esta declaración tras la conferencia con los presidentes autonómicos de ayer en la que Núñez Feijóo le transmitió la pertinencia de usar fondos de la Unión Europea para salvar a industrias "esenciales" para Galicia y España como Alcoa. Feijóo volvió a demandar medidas al Gobierno para fijar un precio eléctrico competitivo para frenar el "desguace" de la industria electrointensiva.

En A Coruña, se espera una decisión de las partes implicadas en el reciente cambio de manos de la antigua Alcoa, ahora Alu Ibérica, tras el plazo dado por la multinacional a Parter, que vence el jueves.