En 2018 el Ministerio de Pesca de Namibia, comandado entonces por Bernhardt Esau, inició el proceso de renovación de los derechos de pesca en un caladero capital para la industria gallega. El procedimiento quedó enfangado por aplazamientos y, sobre todo, por el escándalo Fishrot, que dinamitó la carrera política del propio Esau por supuestos sobornos a cambio de cuotas. Su sucesor en la cartera, Albert Kawana, acaba de confirmar que la decisión ya está tomada: se han concedido 185 licencias, y se han quedado fuera 4.991 aspirantes.

El Gobierno local no ha difundido el listado oficial. "Explicaré los fundamentos de la asignación cuando estén informados todos los candidatos seleccionados", aseveró ayer Kawana. En Galicia, que tiene en Namibia su tercera mayor despensa de productos pesqueros, las palabras del ministro fueron acogidas con "alivio". "Se despejan las incertidumbres, ahora tenemos que esperar". Según fuentes de la industria, las grandes operadoras "no tendrán problema" para continuar su actividad en el caladero.