La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que las medidas adoptadas por las diferentes administraciones para afrontar la epidemia de coronavirus tendrán un impacto presupuestario de entre 39.833 y 48.367 millones de euros, según los diferentes escenarios.

La AIReF ha publicado este viernes el informe de seguimiento mensual del objetivo de estabilidad para 2020, donde incorpora información actualizada no incluida en su informe sobre la actualización del Programa de Estabilidad.

La mayor parte del gasto, entre 28.139 y 32.489 millones de euros, recaería sobre los fondos de la Seguridad Social, sobre todo por el gasto en desempleo, los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) extraordinarios y la exoneración de cotizaciones.

El impacto en las comunidades autónomas se situaría entre 7.241 y 10.149 millones; el de la administración central, entre 2.850 y 2.971 millones, y el de las corporaciones locales, entre 1.604 y 2.757 millones.

Tal y como avanzó este jueves su presidenta, Cristina Herrero, la AIReF ha revisado su previsión de déficit para incorporar el impacto de la aprobación del ingreso mínimo vital, cuyo coste cifra en 1.394 millones para este año, y la ampliación de los ERTE.

Una vez incorporado este impacto, la previsión de déficit para este año se sitúa en el 11,1% del PIB en el escenario más benigno (dos décimas más que en su primera estimación) y el 13,9 % del PIB en el escenario más adverso (una décima más).

La previsión de déficit de la Administración central se sitúa entre el 5,8% y el 7 % del PIB, 1,3 puntos más que en la primera estimación tras incorporar las nuevas transferencias a la Seguridad Social y ante una estimación de caída de la recaudación en el escenario benigno del 6,6% en IRPF, 16,8% en impuesto de sociedades y 10,8% en IVA.

Según la AIReF, la Seguridad Social registrará un déficit de entre el 3,7 y el 4,8% del PIB, 1,3 puntos menos gracias a las aportaciones de la Administración Central.

El déficit de las comunidades autónomas se situará entre el 1,5 y el 2% del PIB, con un empeoramiento de una décima por el mayor gasto sanitario, aunque el dato podría aliviarse en hasta 1,1 puntos gracias a los fondos no reembolsables anunciados por el Gobierno, que todavía no computan en este informe.