El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró ayer que la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha venido trabajando en los últimos dos años en la crisis industrial de la compañía estadounidense Alcoa y que ha dado "solución y salida" a dos de sus plantas, las de A Coruña y Avilés, para las que la empresa planteó el cierre y finalmente vendió.

Las declaraciones del titular del Ejecutivo español, realizadas en la rueda de prensa telemática tras la conferencia de presidentes, causaron "estupor" entre el personal de Alu Ibérica. Los trabajadores coruñeses consideran que Sánchez eligió un "mal ejemplo" para argumentar la eficiencia de su Gobierno a la hora de buscar soluciones para la planta de aluminio primario de San Cibrao (Lugo), amenazada de cierre por la multinacional Alcoa junto al despido de 534 operarios.

"Estas palabras demuestran que Sánchez no se entera de lo que pasa en su Ejecutivo. La salida que nos ha dado el Ministerio de Industria a día de hoy es una venta presuntamente ilegal (al Grupo Riesgo) con sospecha de estafa y fraude", aseguró ayer el presidente del comité de empresa de Alu Ibérica en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho. El pasado 31 de julio, bajo la tutela del Gobierno, Alcoa vendió sus factorías de A Coruña y Avilés al fondo suizo Parter con el compromiso de mantener el empleo por un mínimo de dos años y un apoyo financiero escalonado. El pasado mes de marzo, Parter revendió las plantas sorpresivamente al Grupo Riesgo, al que los trabajadores acusan también de "desmantelar" las fábricas. "Alu Ibérica es el proyecto estrella de la ministra Maroto y ahora mismo estamos estrellados. Lo que sí tenemos claro es que no dejaremos tranquilo al Gobierno hasta que nosotros estemos tranquilos", comentó.

En la misma línea se manifestó el presidente del comité de empresa de Alu Ibérica en Avilés, José Manuel Gómez de la Uz. "Quiero creer que el presidente del Gobierno no sabe de qué está hablando, porque si lo sabe es que se está riendo de miles de familias", aseguró. "Su Ejecutivo avaló una venta de una empresa a un fondo que lo revendió a unos piratas a los ocho meses, un grupo liquidador que no ha presentado un plan industrial como Dios manda y que tiene a dos tercios de los trabajadores sin trabajo efectivo", añadió. En este sentido, De la Uz reclamó al presidente del Gobierno "una rectificación inmediata porque, si no lo hace, no tengo palabras para calificarle".