El Gobierno francés presentó ayer un plan de 15.000 millones de euros para ayudar al sector aeronáutico, dirigido a salvar su compañía de bandera, Air France, así como las empresas duramente golpeadas por un frenazo que en el mejor de los casos tardará tres años en recuperarse. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, justificó este paquete de ayudas porque sin él desaparecerían en seis meses 100.000 empleos, un tercio de los que hay en el negocio aeronáutico en Francia entre directos e indirectos.

Le Maire admitió que habrá "ajustes" en las plantillas de las empresas, pero que éstas se han comprometido a evitar despidos de personal muy cualificado. La mayor partida, de 7.000 millones de euros, ya se conocía desde el mes de mayo y es para Air France. Incluye 3.000 millones aportados por el Estado como accionista de la aerolínea y el aval estatal para un préstamo de 4.000 millones.