El Grupo Industrial Riesgo, actual propietario de las antiguas fábricas de aluminio de Alcoa en A Coruña y Avilés, ha asumido ante notario -o aceptado hacerlo en los próximos días, este extremo aún no está claro- los acuerdos particulares suscritos entre la multinacional estadounidense y el fondo de inversión suizo Parter Capital Group cuando este adquirió las plantas en julio de 2019. Esos acuerdos tienen que ver, según lo explicado en su día, con el mantenimiento de la actividad en las plantas alumineras, con la garantía del empleo, con el pago de los sueldos y con la realización de inversiones que pudieran conducir a la recuperación de la actividad fundamental de las factorías: la producción de aluminio mediante electrolisis.

Esta "formalización notarial" del compromiso de Grupo Riesgo con el futuro de las fábricas de A Coruña y Avilés ha sido determinante para que la multimacional estadounidense cediera en el pulso que estaba echando a los nuevos dueños de sus antiguas fábricas y aceptara liberar los 12 millones de euros depositados en fideicomiso (con acceso condicionado).

Ese dinero que Alcoa bloqueó en una "cuenta con condición" - escrow en la jerga financiera- corresponde a uno de los pagos periódicos que la multinacional se comprometió a hacer a Parter Capital y que en su conjunto -cuando se complete el periodo de dos años tras el cual Alcoa quedará libre de obligaciones- totalizarán un desembolso de 95 millones.

Pese a apreciar la existencia de un "compromiso" de Grupo Industrial Riesgo para cumplir lo pactado entre Alcoa y Parter cuando la primera vendió sus fábricas al fondo suizo, la propietaria original se reserva el derecho al ejercicio de acciones judiciales por la reventa que hizo Parter a Riesgo. Esto es consecuencia de que Alcoa mantiene abierta la discrepancia con Parter sobre si los suizos podían o no traspasar la propiedad de Alu Ibérica antes de expirar el plazo de dos años que ambas partes se dieron para madurar el proyecto industrial llamado a salvar las fábricas de aluminio de A Coruña y Avilés.

Los trabajadores ya han mostrado su desacuerdo con la reventa a Grupo Riesgo y han asegurado que "no vamos a aceptar un punto y seguido". Exigen que "se reinicie el proceso" que dio origen a Alu Ibérica el pasado 31 de julio y para ello consideran necesario que el Gobierno "intervenga" las plantas.