La cobertura por desempleo en Galicia se quedó en febrero -último mes pre-Covid- por debajo del 60%. Esto es, de las 166.229 personas que estaban anotadas entonces en las listas del antiguo Inem, poco más de 99.000 ingresaron algún tipo de prestación. Y no solo vinculadas a rentas del trabajo o contributivas: la nómina incluye los subsidios y la renta activa de inserción. Para la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, esa ratio es insuficiente, de ahí que haya planteado una reforma del sistema de desempleo, más allá de los efectos de la pandemia y adicional a la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital. "Será un nuevo modelo de subsidio que procure mayor seguridad jurídica, que refuerce la protección y que mejore la cobertura, evitando los riesgos de conflicto competencial con otros programas de rentas", anunció ayer, durante su comparecencia en el Congreso. Su intención pasa por "reformular el sistema de protección por desempleo en su fase asistencial, con un cambio en el subsidio de desempleo, simplificando su estructura, llegando a más gente y facilitando los criterios de acceso". La ministra quiso poner en valor además que los ERTE han permitido que 3,4 millones de personas mantengan su relación laboral con la empresa y que cientos de miles de empresas se mantengan "vivas".

Díaz animó a la comisión tripartita entre el Gobierno, patronal y sindicatos a que "apuren la negociación" y alcancen un acuerdo para prolongar los ERTE más allá del 30 de junio, "lo antes posible, antes del martes que viene", que es cuando se celebra un nuevo Consejo de Ministros. No obstante la CEOE apuntó que será "difícil" el plazo aventurado por la ministra y se une a Cepyme para reivindicar una mayor flexibilidad, así como la continuidad de las condiciones excepcionales de los ERTE hasta diciembre, para garantizar la supervivencia de las empresas y del empleo.