La desescalada empieza a dar un respiro a los autónomos y pequeñas empresas. Tras dos meses negros por la crisis provocada por el estallido del Covid-19, las restricciones levantadas en Galicia el pasado mes de mayo han permitido que muchos comercios, bares o restaurantes retirasen el cartel de Cerrado por el estado de alarma e incluso ya hay quienes han decidido montar un negocio en la antesala del fin de las restricciones de movilidad. En mayo -Galicia entró en la fase 1 hace ya más de un mes, el pasado día 11- se dieron de alta en la comunidad un total de 1.584 autónomos, lo que supone la apertura de más de 50 nuevos negocios cada día. En el otro lado de la balanza están los que no son capaces de hacer frente a la sangría económica del Covid-19 y se ven obligados a echar el cierre, un total de 881, lo que deja un saldo positivo de 703, según datos facilitados por UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos).

Se trata del primer balance desde que se decretó el estado de alarma -el pasado 14 de marzo- que no deja números rojos para los trabajadores por cuenta propia. No obstante, el colectivo sigue en mínimos al quedarse por debajo de los 207.000 afiliados en Galicia: en concreto, 206.801 frente a los 206.098 registrados el mes anterior.

También los datos de los primeros cinco meses del año tienen una lectura negativa ya que de enero a mayo se dieron de alta un total 9.753 autónomos en la comunidad, pero colgaron el cartel de Se cierra 12.065, unas cifras que se traducen en la destrucción de 2.312 comercios, bares, restaurantes y pequeños negocios. Solo los meses de febrero y mayo se registraron más altas de trabajadores por cuenta propia que los que se dieron de baja, con un saldo positivo de 826 y 703, respectivamente.

El sector que más han tirado de la actividad por cuenta propia en Galicia el mes pasado ha sido la construcción. En total, son 26.661 autónomos dedicados a las reformas en la comunidad, 200 más que los registrados en abril. "Son personas que se habían dado de baja o que no eran autónomos o que estaban en paro y se han decantado por el sector de la construcción porque hay mercado para ello: hay mucha reforma pendiente", destaca el presidente de UPTA, el gallego Eduardo Abad.