Un día antes de que concluyan las negociaciones informales abiertas en el contexto laboral por Alcoa en San Cibrao, previas al despido colectivo de 534 trabajadores, desde Madrid y desde Galicia, en el ámbito público, se continúa disparando contra las causas que parecen abocar irremediablemente a la planta de Cervo al final de un ciclo. Para la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el problema no radica en el precio de la energía, sino en la desidia inversora de la multinacional en la fábrica gallega. Nada que ver con la opinión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que, tras reunirse durante tres horas con el comité de empresa ayer, urgió la subasta de interrumpibilidad del segundo semestre sin la que Alcoa, "no va a poder producir aluminio primario" y el ERE la sentenciará.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, se mostró convencida, tras el Consejo de Ministros de ayer, de que el problema de Alcoa San Cibrao radica en la falta de inversiones en el pasado y no en el precio energético. Este jueves vence el plazo dado por Alcoa para el diálogo informal abierto con los trabajadores, previo al despido de 534 personas. En caso de que siga adelante, el Ministerio de Maroto pide a la multinacional norteamericana que deje paso a otro inversor que desee aprovechar las capacidades productivas de la factoría. Y es que para la ministra, al contrario de lo que defiende la empresa -que también alegó el "elevado precio de la energía" para la venta de las plantas de A Coruña y Avilés (Alu Ibérica ahora)- este no es su principal problema, sino la ausencia de inversiones durante años, mientras que sí ha percibido ayudas públicas: "

De otra idea es el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Ayer se reunió durante tres horas con representantes de los trabajadores de San Cibrao. A la salida, expuso tres ideas en defensa de la viabilidad de la planta: urgir la subasta de interrumpibilidad del segudo semestre, inyectar fondos europeos para la recuperación a la reindustrialización de "sectores esenciales" como el aluminero y suscribir "un préstamo participativo y completar la inversión y la modernización necesaria para que Alcoa siga produciendo aluminio en las próximas décadas". Las dos últimas medidas penden, a su juicio de la primera, ya que, como afirmó, lo primero es conseguir que haya una tarifa estable de la electricidad y conocer que la planta es viable para seguir produciendo aluminio. Por ello Feijóo demandó la publicación en el BOE cuanto antes de la subasta de interrumpibilidad para el segundo semestre, con bloques de 90 megavatios y por un importe de al menos 275 millones de euros, una partida que el Gobierno podría poner a disposición por las emisiones de CO2. "Si no hay esa subasta y por ese precio, Alcoa no va a poder producir aluminio primario en el próximo semestre, el ERE seguirá adelante", lamentó.