Voluntario y con todos los gastos cubiertos por la empresa. Así deberá ser el teletrabajo según el anteproyecto de ley que el Gobierno sometió ayer a audiencia e información pública. La reacción de la patronal no se ha hecho esperar: "Si tengo que contratar y se me ponen condiciones imposibles y que no pueda gestionar a mi plantilla, es que yo mañana puedo contratar en Portugal... El mundo es global y la digitalización es global. Cuidado cómo se plantea esto", advirtió el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en una entrevista radiofónica. La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, le replicó que "se estudie bien" el anteproyecto porque parece que "esté apelando al dumping entre países",. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, matizó que por ahora solo se están negociando borradores y puso por delante la voluntad de buscar el consenso con empresarios y sindicatos.

Las empresas deberán sufragar "en su totalidad" el desarrollo del teletrabajo que no podrá conllevar gastos, directos o indirectos, para el empleado "relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de su actividad laboral". Así lo recoge el artículo 12, "derecho a la compensación total de gastos" del anteproyecto de ley del Gobierno para regular el teletrabajo. La norma no detalla el mecanismo con el que deberán cuantificarse esos gastos ni la forma de compensación y emplaza a fijarlo en el marco de la negociación del convenio colectivo o con acuerdo entre la empresa y los trabajadores. Podrá consistir, ejemplifica, en complementos específicos que, en todo caso, deberán garantizar la "completa compensación" de los gastos.

Mientras los sindicatos apoyan la regulación urgente del teletrabajo, Garamendi criticó que el Gobierno quiera legislar "rápidamente" y pidió "mesura" argumentando que si a una empresa le ponen condiciones imposibles de cumplir puede contratar fuera de España, en Portugal o en Brasil. "Cuidado con poner criterios que lo hagan [al teletrabajo] poco atractivo o lo planteen con rigidez", advirtió el presidente de la patronal española, reacio a tener que asumir gastos como la luz o el teléfono del domicilio de un empleado. "No sería lógico que si luego se hace un huevo frito y le salta el aceite sea un accidente laboral", ahondó el líder de la CEOE.

El anteproyecto también recoge que el trabajo a distancia será "voluntario para la persona trabajadora", siempre reversible y requerirá de un acuerdo por escrito incorporado al contrato inicial del trabajador.

El texto también detalla que tendrá "carácter prioritario" para las personas que estén con una reducción de jornada por cuidado de menores de 12 años, aquellas que lo precisen para el ejercicio de su derecho a la lactancia natural o para víctimas de violencia de género o de terrorismo. Junto a esto, fija -en el artículo 13 "derecho al horario flexible"- que la persona que desarrolla trabajo a distancia podrá "alterar el horario de prestación de servicios establecido" y subraya en otro punto el derecho a la desconexión digital que deberá garantizar la empresa.