Galicia entra oficialmente en la senda de la descarbonización con el cierre de la central térmica de Meirama. La instalación de Naturgy en Cerceda y otras seis plantas de carbón españolas dejan de producir electricidad por la entrada en vigor, mañana, de la directiva 2010/75/UE, que endurece los límites de emisiones industriales. La de hoy es la última jornada en la que la chimenea de Meirama puede echar humo, como lo ha hecho desde 1980. Sin embargo, no lo hará porque el carbón se consumió ya la pasada semana y los operarios se afanan en preparar las tareas de desmantelamiento, que se realizarán a lo largo de los tres próximos años, ocupando a parte de la plantilla actual. Con la desaparición de Meirama, el carbón inicia su retirada en Galicia como fuente de energía, un proceso que será total con el cierre de As Pontes -la mayor térmica de España-, que Endesa prevé para el segundo semestre del año que viene.

La nueva normativa ambiental obliga a cerrar también otras dos térmicas de Naturgy: Narcea, en Asturias, y La Robla, en León. Lo mismo sucede con dos instalaciones de Endesa -la de Andorra, en Teruel, y la leonesa de Compostilla- una Iberdrola -Velilla, en Palencia- y otra de Viesgo -Puente Nuevo (Córdoba)-. En total son siete las centrales de carbón españolas que dejan de producir. A ellas se sumará pronto la de Lada (Asturias,), de Iberdrola, que aunque deja de estar operativa, podrá seguir disponible hasta contar con la autorización de cierre del Gobierno, dado que cuenta con las técnicas necesarias para poder operar cumpliendo con los límites de emisión de la normativa europea.

En todos los casos se trata de centrales en las eléctricas consideraron que la inversión necesaria para alargar su vida útil no era rentable. Para Meirama, que dispone de una potencia 580 megavatios (MW), Naturgy cifró en 120 millones de euros lo que costarían las obras de adecuación a la nueva normativa. El recorrido del carbón se veía ya limitado y la compañía optó por invertir en energías renovables. Para amortiguar el impacto de la clausura en Meirama, Naturgy ha prometido dedicar 80 millones de euros a la construcción de dos parques eólicos (de 50 y 20 megavatios, respectivamente) y un centro de gas renovable. La potencia de generación eléctrica y los niveles de empleo distan de los que generaba el carbón.

La térmica de Meirama ya es historia. Una historia de 40 años de actividad industrial que empezó a escribirse antes de que central entrase en funcionamiento (en 1981). En 1977 la expropiación que la entonces Unión Fenosa realizó para explotar la mina a cielo abierto de carbón que abastecería a la central desató una revuelta vecinal con el conocido como cura de As Encrobas, Moncho Valcarce, como figura más emblemática de esa lucha al grito de "A terra é nosa, e non de Fenosa". El lignito local se quemó hasta que se agotó en 2008 y fue sustituido por mineral de importación. Ahora, Naturgy pone fin a las descargas de carbón en el puerto de A Coruña y a la columna de humo en Meirama.