El Banco de España mantiene sus previsiones de una caída del PIB de entre el 9% y el 15,1% este año como consecuencia del Covid-19 y avisa de que la profundidad de la crisis probablemente provocará "daños persistentes" en el ya de por sí "modesto" crecimiento potencial de la economía española, al tiempo que apunta a las mujeres y los menores de 35 años como los colectivos de trabajadores más afectados por la crisis.

El informe del regulador avisa de que las mujeres y los jóvenes están sobrerrepresentados en las "industrias sociales", las más afectadas por el confinamiento: hostelería, comercio, educación, actividades artísticas y recreativas. En detalle, estos sectores ocupan al 44% de las mujeres y al 48% de los menores de 35 años. Estos grupos tienen rentas del empleo inferiores al resto de trabajadores, si bien no siempre viven en los hogares con menores rentas, puesto que no siempre son los principales perceptores de renta en sus hogares (35%) en comparación a los de industrias regulares (43%), a diferencia de la anterior crisis.

El gobernador del institución, Pablo Hernández de Cos, destaca en su informe anual que España ha reclamado con "urgencia" una estrategia de crecimiento "integral ambiciosa y sustentada en amplios consensos" y aprecia que en las últimas semanas la economía "comienza a reactivarse gradualmente", si bien alerta de una incertidumbre "muy elevada" que afectará negativamente a las decisiones de consumo, inversión y a las transacciones económicas internacionales.

A pesar de los progresos en materia de superávit por cuenta corriente o el desapalancamiento de empresas y familias, el informe subraya que la economía presentaba "importantes fuentes de vulnerabilidad" a finales de 2019 que "están condicionando la respuesta a la crisis del Covid-19 y la magnitud de la actual recesión", como el desequilibrio de las cuentas públicas, el elevado paro, la "excesiva" dualidad entre fijos y temporales, la "escasa" alza de productividad o la "relativamente alta" desigualdad.