El comité de empresa de Alu Ibérica en A Coruña denunció ayer por la mañana la existencia de "cotizaciones de abril" a la Seguridad Social "sin pagar". La dirección de la aluminera, propiedad del Grupo Riesgo desde marzo, desmintió la acusación en un comunicado por la tarde junto con un certificado de la Seguridad Social que muestra el cumplimiento de sus obligaciones.

Los representantes de los trabajadores, que ratificaron su denuncia tras conocer la nota divulgada por la compañía, decidieron recabar información por su cuenta "ante los problemas con impagos a diversos proveedores por parte del Grupo Industrial Riesgo". Fue el pasado 18 de junio cuando pidieron por escrito a la Inspección de Trabajo que detallase el estado actual del pago de las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de Alu Ibérica.

Al respecto, precisaron que ayer fueron informados de que la empresa "tiene sin pagar las cotizaciones de la Seguridad Social del mes de abril". También indicaron que Inspección todavía "no tiene datos de mayo" y que "hasta el 10 de julio no podrán contrastar" la situación de ese mes.

Por este motivo, los líderes sindicales solicitaron ayer "la intervención de la empresa de urgencia". El comité argumenta que el Gobierno central "no puede permitir por más tiempo esta situación y menos siendo el proyecto que está bajo la tutela del Ministerio de Industria".

El líder sindical, Juan Carlos López Corbacho, señaló también que los trabajadores "temen por la producción". "De los dos hornos que empleamos habitualmente en la fundición, uno está pendiente de reparación y el otro se encuentra bastante deteriorado", explicó. "Los proveedores no aparecen para repararlos porque no se fían del Grupo Riesgo", precisó.

Por su parte, la dirección manifestó que Corbacho "está intentando confundir a las autoridades y a la opinión pública de manera desesperada e interesada". El Grupo Riesgo subrayó que "todos los pagos con las administraciones y nóminas de trabajadores están al corriente, dentro de los compromisos adquiridos por la compañía tras la compra de las fábricas de Avilés y A Coruña". "Con este tipo de acciones, no defiende en absoluto los intereses de sus compañeros ni la viabilidad de sus puestos de trabajo", aseveró la compañía.

"El objetivo de estas noticias es ocultar las promesas incumplidas del comité respecto a sus compañeros durante estos años a cualquier precio, incluso exponiendo a riesgos sanitarios a través de encierros y protestas ilegales", argumentó. Además, la dirección denunció "el boicot constante" a los cursos de formación promovidos por la empresa en A Coruña, "donde presuntamente se presiona a los trabajadores para que no asistan, pasando de 20 participantes iniciales a solo un pequeño grupo en pocos días", añadió la compañía.