El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el de Transición Ecológica y Reto Demográfico informó ayer de que está acelerando los trabajos para elaborar una estrategia contra la pesca accidental, sobre todo de especies protegidas, como delfines y marsopas, las más vulnerables a estas interacciones con la actividad pesquera.

El Gobierno ve necesario mejorar el conocimiento sobre el uso del espacio y zonas de alimentación de estas especies e información de las causas de varamientos para obtener un mejor diagnóstico y tomar así las medidas más eficaces tales como reforzar la presencia de observadores a bordo, una medida que pondrá en marcha durante las próximas semanas. Además de la red de observadores en buques de pesca para mejorar el conocimiento científico, el plan incluirá la obligación de realizar un registro diario de pesca de cualquier captura accidental de cetáceos que deberán firmar los capitanes de los buques pesqueros.

El Gobierno informó ayer de que también está estudiando la posibilidad de instalar dispositivos acústicos de disuasión, que cuenta con referencias sobre su efectividad, o el establecimiento de reglas de movimiento, que permitan evitar esas capturas accidentales. El anuncio llega después de que anteayer la Comisión anunciara que abría un expediente sancionador contra España, Francia y Suecia por no haber tomado medidas suficientes para evitar la pesca accidental de delfines y marsopas por parte de su flota, y da un plazo de tres meses para subsanar estas deficiencias.