La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, expresó ayer su confianza en poder "dar paso a un inversor industrial" para la fábrica de San Cibrao de la multinacional Alcoa, "salvo que" la empresa "dé señales de compromiso" con la comarca de A Mariña.

Por su parte, el secretario general de Industria, Raúl Blanco, y el comité de empresa de Alcoa San Cibrao, mantuvieron ayer un encuentro telemático, tras el cual los representantes de los trabajadores emitieron un comunicado en el que informan de que el Gobierno da "un ultimátum" a la compañía para que en una semana "recapacite y ceda a la venta", "para lo que habría un inversor industrial del sector del aluminio". El comité señaló que el Gobierno y la Xunta apoyan la paralización del ERE con el que la compañía pretende despedir a 534 empleados y cerrar la última planta española de aluminio primario.

En su discurso en la clausura de la asamblea de la patronal gallega del metal Asime, en la que participó por videoconferencia, Maroto aseveró que el Gobierno planteó a Alcoa un plan industrial que "garantiza su viabilidad en los próximos diez años". Según ha podido "constatar" en las reuniones celebradas hasta ahora, la compañía norteamericana "no tiene proyecto de futuro" para la planta de San Cibrao "ni compromiso con Lugo ni con Galicia". "Esperamos poder dar paso a un inversor industrial, que podría ser una solución que garantice las capacidades productivas y de empleo, salvo que Alcoa dé señales de compromiso con la comarca y podamos trabajar en el plan industrial que hace pocas semanas presentamos", reiteró.

Maroto aseguró que "el problema" para la dirección de Alcoa "no es de precio energético", pues en estos momentos "la factura está muy por debajo" de las necesidades para garantizar la viabilidad de la planta. La ministra se refirió a la reciente aprobación del Fondo Español de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas, dotado con 600 millones de euros en tres años, que "va a permitir garantizar un precio estable y mejorar la competitividad de nuestra industria".

También aludió a "la próxima aprobación" del estatuto electrointensivo, un instrumento que dará "seguridad jurídica, certidumbre y estabilidad" en el precio energético necesario para "atraer inversiones y con ellos mantener las capacidades industriales y el empleo".