El conflicto laboral sigue instalado en la fábrica de aluminio de A Coruña después de que el fondo Parter vendiera Alu Ibérica (antigua Alcoa) a Grupo Riesgo. El comité de empresa emitió ayer un comunicado después de que la Seguridad Social le confirmase que Riesgo pagó con retraso las cotizaciones del mes de abril con un recargo del 20% (unos 70.000 euros) y que lo hizo el pasado día 3, al día siguiente de que la representación de los trabajadores denunciase públicamente el impago. "Por lo tanto no tenía las cuotas al corriente cuanto acuso al comité de empresa de mentir", reprocha el órgano presidido por Juan Carlos López Corbacho.

El mismo día 3, la empresa se había defendido de las acusaciones del comité acusándolo de ir "sembrando miedo y confusión" y asegurando que todos los pagos estaban al corriente tanto en la planta de A Coruña como en la de Avilés, ambas englobadas en la firma Alu Ibérica, de la que Riesgo se ha hecho dueña esta primavera pese al recelo de los trabajadores. "Los hechos demostraron una vez más la catadura de estos okupas de nuestras instalaciones" , censuró ayer el comité coruñés, que criticó la "nefasta gestión" que hacen de los recursos que "mucho costó conseguir en la negociación con Alcoa".

Los trabajadores de Alu Ibérica LC vuelven a pedir tanto a la Xunta como al Gobierno central la intervención pública de la fábrica así como una investigación sobre una reventa que consideran fraudulenta. "Queremos que se investigue -reclama el comité- hasta las últimas consecuencias y que se depuren todas las responsabilidades; que se devuelva el año que han robado (desde la venta de Alcoa a Parter) y las cantidades comprometidas", en referencia a la dotación que Alcoa dejó prevista para poner a punto la instalación. López Corbacho reclama también que se lleve a cabo "el plan industrial acordado", que pasaba por crear un polo de aluminio secundario (a la espera de poder reactivar la electrólisis cuando el precio de la electricidad lo hiciese viable) para garantizar la viabilidad de la fábrica y los puestos de trabajo. "Queremos dejar claro que con amenazas y mentiras no nos van a apartar de nuestra lucha por la verdad y el futuro que se nos prometió" , advierte el comité.

Protesta de auxiliares en Alcoa

Las movilizaciones siguen también en Alcoa San Cibrao, la última instalación que la multinacional americana mantiene en España después de haber vendido las de A Coruña y Avilés. El protagonismo recayó ayer sobre los representantes del personal de las empresas auxiliares, que ven peligrar el futuro de 400 puestos de trabajo si se ejecuta el recorte previsto por la aluminera con el ERE (expediente de regulación de empleo) que plantea el despido de 534 trabajadores de plantilla.

Trabajadores subcontratados desarrollaron ayer dos acciones reivindicativas ante la falta de respuesta de Xunta y Ministerio de Industria a su solicitud de reunión para abordar el problema del sector del aluminio. La primera, ante el Ayuntamiento de Cervo (donde se ubica la fábrica), y después frente al de Foz, para demandar a ambos regidores locales (en su condición de representantes del PP y del PSOE) que medien ante el Gobierno gallego y el ministerio para que se atiendan sus peticiones. Kike Rocha, portavoz de la coordinadora de personal de las empresas auxiliares de Alcoa, demandó que "cualquier solución que se encuentre para San Cibrao tenga en cuenta también todos los puestos de trabajo de las auxiliares".