El presidente del comité de empresa de Alcoa, José Antonio Zan, precisó ayer que quiere acceder a la información sobre el potencial comprador para "saber hacia dónde vamos" y para no verse en "la situación de los compañeros de A Coruña y Avilés a corto plazo". Tanto el Gobierno como la Xunta revelaron hace semanas la existencia de este interés, y aunque no se desveló ningún candidato, salió a relucir el nombre del grupo industrial Alibérico perteneciente al gallego Clemente González Soler.

Zan consideró que ahora lo más inmediato para evitar el despido de más de quinientos trabajadores de la planta de aluminio primario es que el inversor supuestamente interesado en la compra de la fábrica "se ponga en contacto con la Xunta y esta verifique que le puede exigir a la empresa que paralice" el ERE. "La Xunta podría denunciar el ERE y pedirle a la empresa que lo paralice, dado que existe una causa por la que el ERE no tiene sentido, la existencia de un comprador, de modo que no sería necesario despedir a nadie ni cerrar instalaciones", aclaró, pero "ni el Ministerio de Trabajo ni la Xunta de Galicia pueden paralizar un ERE".

También reconoció que en la reunión de ayer con los representantes de la multinacional norteamericana, dentro del período prorrogado de consultas del ERE, "no se avanzó mucho".

Según explicó el presidente del comité de la aluminera de San Cibrao, en la dirección de la empresa "no le dan credibilidad ninguna" a la posibilidad de que exista un socio inversor interesado en hacerse con la planta de aluminio de A Mariña. "Dicen que no lo ven viable, que no lo ven factible y que cualquier proceso pasaría por la parada de las cubas, que es de lo único de lo que quieren hablar", algo a lo que se opone el comité de empresa, que defiende la "continuidad" del 100% de la producción y de los puestos de trabajo.

"El problema es que si lo que quieres es parar las cubas y ejecutar el ERE, para después vender, no tiene sentido decir que te sientas a negociar", dijo Zan, porque lo que realmente está haciendo la empresa es tratar de "imponer una decisión unilateral" que los demás "tienen que asumir sin querer hacerlo" y "teniendo soluciones para evitarlo". De hecho, recordó que en la negociación de un ERE lo "más importante es buscar las soluciones para que no se lleve a cabo y no repercuta, ni en la plantilla ni en las instalaciones", por lo que, a su juicio, "eso es lo que debería estar buscando la empresa".

El presidente del comité de la aluminera lucense aseguró que, a día de hoy, los trabajadores desconocen "quién es el inversor" interesado en comprar la planta y "el plan industrial" para la misma, porque solo saben que ha sido planteado "a diez años".