CaixaBank cerró el primer semestre con un beneficio neto de 205 millones de euros, un 67% menos que en el mismo período del pasado año tras realizar una provisión extraordinaria de 1.155 millones por los efectos económicos del Covid-19. Los ingresos de la actividad puramente bancaria alcanzaron los 4.064 millones tras un alza del 0,5%.

Durante la crisis sanitaria, el banco aprobó 357.488 solicitudes de moratoria hipotecaria de sus clientes en España, que afectan a una cartera de 9.848 millones, y, desde el inicio del estado de alarma hasta el 30 de junio, concedió 32.500 millones de financiación al sector empresarial, al margen de las líneas ICO, con las que formalizó préstamos por valor de 13.726 millones.

"Nosotros, desde luego, podemos salir de esta situación sin hacer ninguna operación corporativa", aseguró su consejero delegado, Gonzalo Cortázar, en la rueda de prensa de resultados del primer semestre de 2020, donde descartó que Caixabank acabe el año con pérdidas. "A pesar de toda la que está cayendo, tenéis Caixabank para rato", bromeó Cortázar, que también aseguró que no se prevén ajustes de plantilla a causa de la crisis del coronavirus.