Preside la Asociación Empresarial Galega de Centros Especiais de Emprego sen Ánimo de Lucro (Cegasal). Su mensaje es que siempre "hay una oportunidad, una ventana abierta, luz al final del túnel".

¿En qué situación está Cegasal?

Cegasal es una asociación empresarial, no me gusta decir patronal, nosotros no somos patronos de nada. Contamos con 32 empresas y generamos 1.600 puestos de trabajo. Nuestra filosofía es que los beneficios se destinen a esas compañías para la generación de empleo, formación, tecnología y nuevos proyectos, ya que debemos continuar en la senda del crecimiento. Ésa es la gran diferencia entre la iniciativa social sin ánimo de lucro, que nosotros representamos, y los centros especiales de empleo con ánimo de lucro. Actualmente los dos modelos son legales pero éticamente todos sabemos cuál es el idóneo. En el pasado fuimos criticados a nivel nacional y ahora nos miran como un ejemplo en el resto de España. Desde Cegasal tenemos claro, y así lo exigimos al Gobierno central, que en el siglo XXI no tiene sentido el sistema de centros especiales de empleo con ánimo de lucro, cuyo beneficio al final de año lo lleva una persona. Hablamos de personas con dificultades para acceder al empleo y nadie debe aprovecharse de ello. En este sentido, el Ministerio de Trabajo es clave, la ministra Yolanda Díaz conoce este tema, que es muy sensible, y tiene que cerrar ese grifo.

¿Cuáles son sus objetivos?

Como responsable de una entidad y persona con discapacidad orgánica, en el pasado muy dura, siempre he tratado de no perder la dignidad. Actualmente la discapacidad en Galicia abarca a más de 270.000 personas, de las cuales el 70% no esperan o no buscan trabajo. Por eso tenemos el compromiso y la responsabilidad, como organización, de generar ese empleo. Sí es cierto que algunas discapacidades presentan mayores dificultades que otras para acceder al ámbito laboral, por eso creamos un Plan 2020/24 que actúa sobre las personas con discapacidad mental y las mujeres en el rural.

En el ámbito de la discapacidad mental, por tanto, encuadran el programa de inserción laboral realizado en Hornos Lamastelle.

Es una experiencia pionera en España por varios motivos, entre ellos porque cuenta con la participación una farmacéutica, Janssen, una compañía que elegimos por su excelente comportamiento de RSC. Los protagonistas son un grupo perteneciente a la Asociación Pro Enfermos Mentales de A Coruña (APEM), una entidad con 40 años de solvencia y experiencia. Los profesionales técnicos y psicólogos realizaron la selección del personal que acudió a los cursos de preparación (prevención de riesgos laborales, maquinaria, etc.) y después a las prácticas en Hornos Lamastelle. De este proyecto piloto, dado que nuestra idea es seguir por este camino, hay dos personas que quedaron seleccionadas para formalizar un contrato de 6 meses. ¿Por qué se realizó el programa en Hornos Lamastelle? Porque es una de las empresas asociadas a Cegasal con experiencia a la hora trabajar con todas las discapacidades: física, orgánica, sensorial, mental?

¿Cómo valora el resultado?

Estamos muy contentos. De hecho, pretendemos que la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Galicia (Feaces) se incorpore al próximo proyecto. El motivo es que tiene un gran conocimiento de todas las organizaciones gallegas. Vamos a darle protagonismo a las asociaciones y a las empresas de Cegasal para que integren a personas con discapacidad mental, pero sobre todo a estas personas y a sus familias. El mensaje es que hay una oportunidad, una ventana abierta, luz al final del túnel.

¿Se puede mejorar el empleo en Galicia en este ámbito?

Muchísimo, si se cumple la ley. En marzo de 2018 nació la nueva Ley de Contratos del Estado, aprobada unánimemente en Madrid por todos los partidos políticos, por la cual todas las administraciones públicas deben asignar un máximo del 6% en su presupuesto a la reserva de carga de trabajo para centros especiales de empleo de iniciativa social. Las empresas privadas tienen que tener un 2% de personas con discapacidad empleadas siempre que superen los 50 trabajadores. El problema es que en España se legisla mucho y se vigila poco el cumplimiento de las normas y para eso también está Cegasal, para vigilar que se cumplan. Ahora mismo la Administración supone el 5% de nuestro negocio, el resto procede de lo que trabajamos para las empresas privadas. Si las Administraciones Públicas (Xunta de Galicia, Ayuntamientos y Diputaciones) cumplieran esa cuantía del 6%, nosotros multiplicaríamos por once los puestos trabajo que tenemos hoy. Es decir, en vez de sonar 1.600 despertadores al día, sonarían 17.600, que es nuestro objetivo

¿Y cómo piensan actuar en pro de ese cumplimiento?

No exigimos que pasen del negro al blanco en doce meses porque sabemos que la maquinaria de la Administración es tremendamente pesada. La Xunta, a través de la Consellería de Economía liderada por Francisco Conde, creó una comisión de seguimiento para que cada tres meses, tanto sus técnicos como nosotros, evaluemos la contratación en la Administración autonómica. Esto ha sido muy bueno porque pasamos del 1% a cifras muy importantes. Es la primera vez que un conselleiro se toma esto en serio y tengo una experiencia de 30 años. En cambio, los Ayuntamientos y Diputaciones, cero. Siempre hay excepciones, sobre todo porque los concellos pequeños se comportan mejor que los grandes, casos de Arzúa o Rianxo, aunque otros como Santiago y Lugo empiezan a subirse a este tren. La decepción con A Coruña y Ferrol es grande. Y eso que contamos con empresas que quieren hacer grandes proyectos.

¿Cuál es la situación de A Coruña entonces?

El Ayuntamiento de A Coruña ni está ni se le espera. A la Corporación anterior gobernada por la Marea estuvimos a punto de presentarle una demanda a través de la Fiscalía por incumplimiento. Con el nuevo gobierno solo ha habido un acercamiento. Nosotros somos profesionales: promovemos talleres dirigidos a los técnicos para enseñarles cómo deben hacer los pliegos y contratos reservados para centros especiales de empleo de iniciativa social. Así lo hemos hecho en Carballo, que ha lanzado un importante contrato de jardinería, o en las zonas de Miño y Fisterra. Nos tienen que dar una oportunidad, pero no bajo el paraguas del paternalismo, eso no lo queremos. Nosotros somos empresa y tenemos experiencia y recorrido para aprender a trabajar con disciplina y hacer las cosas como se tienen que hacer. Hoy más que nunca una sociedad tiene que palpar que sus representantes públicos aplican las leyes, que son cada vez más sociales, porque una sociedad más social es más justa al dar más oportunidades a los que menos tienen, como las personas con discapacidad. Y las personas con discapacidad no son solo las personas que van en silla de ruedas, que son importantes, pero hay también personas con discapacidad orgánica o mental? hay muchas discapacidades. Nosotros no queremos donaciones, queremos proyectos en conjunto para generar empleo. De ahí que resulte importante que la sociedad conozca nuestro trabajo. Por eso también quiero destacar la constitución, hace un año, del Foro de la Economía Social, del que formamos parte. Contribuimos a una economía de las personas en Galicia.

¿Cómo analiza el impacto del coronavirus?

Cuando empezamos a tener conocimiento del virus en China, ya tomamos medidas. Ya contábamos con material para evitar los contagios y desde el minuto uno priorizamos la seguridad de las personas. De las 1.600 personas que integran Cegasal, no hemos tenido ningún contagio hasta la fecha. No es un éxito mío, sino de todo un equipo, y eso demuestra la profesionalidad y el rigor con que trabajamos. La crisis económica afecta, pero resistimos. La incidencia de ERTE en nuestro caso alcanza el 20%. No es una cifra alarmante porque nuestra filosofía, como iniciativa social, es darle toda la prioridad a las personas, y también cuidar de los clientes y proveedores.