Abanca ha obtenido un beneficio atribuido de 133,1 millones de euros en el primer semestre de 2020, marcado por el desarrollo de acciones para paliar los efectos de la crisis del covid-19, cifra que supone una rentabilidad (ROE) del 5,7 %.

En rueda de prensa este lunes por videoconferencia, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, y el consejero delegado, Francisco Botas, han explicado que la entidad destinó 162,8 millones sus provisiones para crédito con el objetivo de hacer frente al previsible deterioro económico, situando su coste del riesgo en el 0,68 %.

Estas provisiones incluyen 57 millones de euros destinados a cubrir el negativo efecto macroeconómico en la cartera de crédito previsto.

En el mismo periodo de 2019 Abanca había obtenido un beneficio neto de 250,1 millones de euros.

Con todo, indicaron, el banco afianza su posición entre las entidades "más sólidas" del sector financiero español con una tasa de morosidad del 2,7 % y con una ratio de cobertura para los activos dudosos situada en el 66,2 %, mientras que la ratio Texas es del 31,6 %.

En cuanto a los niveles de capitalización, la entidad dispone de un capital total del 16 %, con un exceso de 1.110 millones sobre requisitos.

Su ratio de crédito sobre depósitos minoristas (LTD) es del 96,7 %, mientras que su posición de liquidez mayorista está cifrada en 15.084 millones de euros entre capacidad de emisión de cédulas (5.431 millones) y activos líquidos (9.654 millones).

"Tenemos un sólido perfil financiero para afrontar el entorno covid con estos niveles de capitalización, cómoda posición de liquidez y elevados niveles de cobertura", ha sostenido Escotet.

Las líneas fundamentales de generación de ingresos continúan creciendo, pues el margen de intereses se incrementó un 11,2 % interanual, mientras que los ingresos por prestación de servicios registraron un incremento del 25,9 %.

El volumen de negocio de Abanca creció un 12,8 % debido al aumento "equilibrado" del crédito y los recursos de clientes y ha quedado situado en 88.693 millones de euros.

El crédito normal a clientes aumentó un 15,6 % hasta los 37.944 millones de euros. La cartera está centrada en la financiación a familias (47 %) y empresas (38 %), y la captación de recursos se elevó un 11,6 % hasta los 49.662 millones de euros mientras los depósitos de clientes han registrado un incremento de más de 5.000 millones en el último año (+15,3 %).

Una vez superados los momentos más adversos de mercados, Abanca ha incrementado en el segundo trimestre un 4,3 % los recursos de fuera de balance de clientes, hasta los 9.319 millones de euros.

Para el banco, es una "buena evolución", que ha facilitado ganar cuota de mercado con un crecimiento interanual de 17 puntos básicos en fondos de inversión, de 11 puntos en planes de pensiones y de 13 puntos en seguros de vida ahorro.

En cuanto al negocio asegurador, las primas de seguros generales y vida riesgo han crecido un 6,7 % interanual. La nueva producción de seguros de pagos protegidos ha crecido un 18 %; los seguros de decesos, un 12 %; los seguros vida riesgo, un 7 %, y los seguros de autos también han subido, con un 7 %.

Tras el anuncio en los últimos días de un acuerdo para la adquisición de Bankoa, Abanca pretende incrementar su presencia en el eje cantábrico y refuerza segmentos de negocio estratégicos como empresas y gestión de patrimonios.

Preguntado por la renuncia a la compra del banco portugués Eurobic, Escotet ha explicado que desistieron "de forma definitiva" en esta operación por no cumplirse una serie de condiciones pactadas, pero su interés en Portugal "permanece".

El apoyo prestado al tejido económico y a las familias en la pandemia se ha traducido para Abanca en operaciones de financiación con garantía pública para empresas, pymes y autónomos por importe de 2.224 millones de euros, y en la aplicación de moratorias financieras por importe de 987 millones.

De cara a los particulares, la entidad ha adelantado 400 millones de euros en prestaciones para 385.000 pensionistas y 3.164 en ayudas ERTE. Para adaptarse a este cambio, el uso de los canales digitales ha registrado un fuerte incremento, de forma que las transacciones digitales se han incrementado en un 54,7 % entre junio de 2019 y junio de 2020, y suponen a esta fecha el 62,4 % del total, casi 8 puntos porcentuales más que hace un año.

Asimismo, la entidad destaca el importante incremento del uso de tarjetas de crédito y débito, cuyo número en circulación ha crecido un 12 % interanual, y cuyo volumen de pagos de consumo básico lo ha hecho en un 46 %. Las retiradas de efectivo han descendido un 31 % interanual.