Solo 7.408 autónomos gallegos han solicitado el nuevo cese especial de actividad que el Gobierno habilitó en el mes de julio y que da derecho a percibir una ayuda económica durante el tercer trimestre del año. Son tres de cada cien (concretamente el 3,5%) de los 210.000 trabajadores que ejercen por cuenta propia en la comunidad. Los beneficiarios de esta prestación son muchos menos que los que se acogieron a las ayudas para autónomos habilitadas durante el estado de alarma: 92.000 gallegos, el 44% del sector. El presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, cree que "no se entiende" que la cifra de afectados haya caído tanto y lo achaca a "las dificultades que tiene muchos autónomos para probar que cumplen los requisitos", como por ejemplo poder justificar la caída de facturación en el sistema de módulos. UPTA pide flexibilizar el acceso para "no dejar a nadie atrás" y anticipa un "desplome" de la actividad después el verano, por lo que llama a Gobierno y Xunta a activar "un plan de contingencia".

Entre quienes más problemas tienen para cobrar esta prestación están los autónomos temporales. Hay unos 2.500 en Galicia -sobre todo feriantes y otros trabajadores estaciones vinculados a las verbenas y al ocio de verano- y solo 76 solicitaron el cese especial en el mes de julio, según los datos de UPTA. "Detrás de estos datos se esconde un problema tremendo -advierte Eduardo Abad- porque son personas que no están pudiendo ejercer su actividad y no están cobrando ni un céntimo de ayudas". El presidente de UPTA está convencido de que muchos afectados han desistido de solicitar las ayudas porque no ven factible documentar los requisitos de acceso marcados por el Gobierno. Para quienes sí se deciden a solicitar el cese no todo son buenas noticias. De los 76 autónomos temporales que lo pidieron en julio en Galicia, algo menos de la mitad (35) recibió una resolución favorable. En cambio, 25 solicitudes fueron desestimadas y 20 estaban pendientes de resolver al cierre del mes.

El porcentaje de resoluciones positivas es más alto en el conjunto de peticiones de cese especial de autónomos gallegos. En julio se concedieron más del 80%: 6.015 de las 7.408 recibidas. Casi un millar fueron descartadas, 58 desistidas y 410 seguían en tramitación.

"Este cese especial de actividad no está funcionando de la manera adecuada. Hay que flexibilizar las condiciones de acceso", concluye el representante de UPTA, que explica que la situación fiscal de algunos autónomos, como los del régimen de módulos, hace difícil que puedan probar la caída del 75% de la facturación como requiere el Gobierno, ya que "no tiene un sistema de contabilidad al uso y no están obligados a llevar un registro económico".

Abad avisa además de que los efectos más duros de la pandemia en la economía española todavía están por llegar. y que la recuperación tras el confinamiento es "solo un espejismo". "El problema va a venir en septiembre, cuando se acabe la temporada de verano. Entonces veremos cuántos autónomos de la hostelería y del comercio siguen vivos; va a haber un desplome de dimensiones nunca vistas", anticipa Abad. En ese sentido, UPTA mantiene conversaciones con el Gobierno de España y con la Xunta para trazar un "plan de contingencia" que alivie la caída de actividad prevista para el otoño.

La Unión de Autónomos Uatae también pidió ayer modificar los criterios de acceso a la prestación extraordinaria para autónomos de temporada. Según denunció en un comunicado, los criterios de acceso son "muy restrictivos y en ocasiones mal interpretados por las mutuas", lo que "está dejando fuera a un número importante de trabajadores autónomos en situación de necesidad", lamenta la asociación. En el conjunto de España, 152.468 pidieron la prestación por cese de autónomos en julio y 115.103 de ellos recibieron ya una resolución favorable.