El conflicto laboral en la última planta de aluminio de Alcoa en España subió de tensión ayer, tras finalizar sin acuerdo el periodo de consultas del ERE (expediente de regulación de empleo) que plantea 534 despidos en la plantilla directa de San Cibrao (Cervo, Lugo). "Ha sido inviable una solución acordada a la crítica situación que sufre la planta", concluyó la empresa, que ahora "cuenta con 15 días para comunicar su decisión" sobre el despido colectivo. Así lo trasladó ayer la multinacional en un comunicado después de frustrarse el último encuentro previsto entre trabajadores y dirección -representantes de Alcoa dieron vuelta antes de entrar en la reunión cuando varios trabajadores los abuchearon y les lanzaron huevos-. La plantilla pide una prórroga de seis semanas para facilitar la venta a Liberty House, mientras la Xunta -que había advertido de un posible fraude de ley- dice ahora que "no hay ninguna potestad jurídica para parar el ERE". Así lo manifestó ayer el conselleiro de Economía, Francisco Conde, que asume que Alcoa "se quiere marchar de Galicia".

Tras el desencuentro de ayer, el comité de empresa emplazó a Alcoa a fijar "fecha, lugar y hora" para una nueva reunión en la que cerrar el periodo de consultas del ERE -está pendiente la firma del acta final- e "intentar alcanzar un acuerdo". La plantilla está llamada a concentrarse hoy a las diez de la mañana ante el Parlamento gallego para exigir una solución que evite el "cierre de la fábrica y la pérdida del empleo de mil personas".

La dirección de Alcoa España aseguró ayer que propuso al comité de empresa iniciar un proceso de venta "con las cubas funcionando" y "alternativas para evitar los despidos" de 534 trabajadores de la planta de aluminio. Según la multinacional, durante las "más de 14 horas de negociación" del último día del período de consultas, la dirección de la empresa planteó distintas alternativas que "habrían permitido explorar una potencial venta de la planta de aluminio con las cubas funcionando" y "habrían evitado despidos a través de un ERTE", en el supuesto de que dicha venta no llegara a producirse.

La empresa ha vaticinado que "todo ello habría permitido el mantenimiento del empleo, al menos, hasta julio de 2022". Por ello, Alcoa lamentó que "todas las alternativas propuestas hayan sido rechazadas por la comisión representativa de los trabajadores".

El comité de empresa calificó a los directivos de la multinacional estadounidense de "auténticos buitres" y los criticó por "hacerse las víctimas". "Ayer no se reúnen con la ministra y hoy no comparecen a firmar el acta de desacuerdo, supongo que es un documento muy dudoso y que no cuenta la verdad", afeó el presidente del comité, José Antonio Zan. También Francisco Conde lamentó ayer que Alcoa "se equivocó" al no asistir a la reunión de la mesa multilateral "porque lo que toca ahora es buscar soluciones" y "no es el momento de enrocarse en su posición e impedir que se produzcan avances".