Los trabajadores de Nissan ratificaron ayer en asamblea -y por amplia mayoría- el acuerdo alcanzado el miércoles entre sindicatos y la dirección de la multinacional para el cierre de sus plantas en Barcelona, que lo retrasa un año (hasta diciembre de 2021) y cambia los despidos por prejubilaciones y bajas incentivadas y mejora las indemnizaciones para los empleados que tengan mayor dificultad para recolocarse en el mercado laboral. El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ratificó que el acuerdo aporta "seguridad jurídica" ante los proyectos de inversión internacional: "Aclara cuál es el escenario para trabajar mucho más a fondo las opciones de reindustrialización".