Los directivos de Alcoa que debían participar a las diez de la mañana de ayer en la reunión con el comité de empresa de la planta San Cibrao abandonaron el lugar de la cita tras ser recibidos a su llegada con sonoros abucheos y lanzamiento de huevos. Tras estos hechos, Alcoa se niega a reunirse con los trabajadores, a quienes acusa de "intimidación y violencia" y anuncia que pone lo sucedido en conocimiento de las autoridades. En contraposición, el comité replica que "no se ha producido ningún hecho de gravedad" y censura la "evidente sobreactuación y exageración" de la multinacional.

"En un escenario en el que se impide el acceso y se teme por la integridad física de los representantes de la empresa, no pueden celebrarse reuniones presenciales", afirmó Alcoa. En cambio, a ojos del comité la ausencia de la dirección es "una falta de respeto increíble y son las administraciones públicas las que tienen que poner en su sitio a la empresa".