La propuesta emanó del poderoso IG Metall, el principal sindicato de Alemania. "La semana de cuatro días podría hacer posible mantener los puestos de trabajo industriales en lugar de desguazarlos. Sería la respuesta a los cambios estructurales en la industria de automoción", resumió su líder, Joerg Hofman, Sueddeutsche Zeitung. Los empleados trabajarían menos horas, con una reducción proporcional del salario, con el objetivo de evitar engordar las listas del paro por la pandemia.

El ministro alemán de Trabajo, el socialdemócrata Hubertus Heil, da la bienvenida a la propuesta. "La reducción de los horarios laborales con salarios proporcionales puede ser una medida adecuada si la patronal y los sindicatos se ponen de acuerdo. Se necesitan buenas y pragmáticas ideas para superar juntos la crisis", dijo. Los economistas son menos entusiastas.