Las 31 economías avanzadas integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) registraron en el segundo trimestre un desplome a causa de la pandemia del 9,8%, el mayor desde el origen de la institución (en 1961) y cuatro veces superior al experimentado por el mundo desarrollado en el peor momento de la última crisis: un retroceso del 2,3% en el primer trimestre de 2009. En tasa interanual (respecto al segundo trimestre de 2019) la caída conjunta de la OCDE suma el 10,9%.

Con el derrumbe entre abril y junio (en pleno confinamiento), las economías avanzadas han entrado técnicamente en recesión (dos trimestres consecutivos de decrecimiento), toda vez que ya habían incurrido en un descenso del 1,8% entre enero y marzo.

El Reino Unido, con una caída del 20,4% y España, con un retroceso del 18,5%, lideraron los desplomes entre abril y junio, seguidos por Francia (-13,8) e Italia (-12,4%). La particular agresividad de la crisis en España (segundo país más golpeado) obedece, según los análisis coincidentes de organismos multilaterales y entidades públicas y privadas, a la severidad del confinamiento en España entre marzo y junio, el elevadísimo peso de los sectores turístico y hostelero en general en el empleo y el PIB nacionales, el acusado impacto de la industria automovilística (otro de los sectores más damnificados) en la estructura productiva del país y el rasgo también singular de la elevada proporción de las pequeñas y medianas empresas en el conjunto del tejido societario.

México se contrajo el 17,3%; China, el 11,5; la eurozona, el 12; la UE, el 11,7; Alemania, el 9,8; EE UU, el 9,7; y Japón, el 7,8%. La OCDE suma casi el 60% de la producción global de bienes y servicios.

Sin efecto

La noticia de la OCDE, sin embargo, no agitó los mercados europeos. En los principales parqués se impusieron las subidas en la recta final de la sesión bursátil de ayer ante el descenso de los casos de contagio por coronavirus en Estados Unidos y las buenas perspectivas de que este país y China mantendrán la aplicación del acuerdo comercial que firmaron al comienzo de año.

Así, Wall Street reflejaba este optimismo y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subía un 0,02% mientras los inversores esperan la intervención de hoy del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la localidad de Jackson Hole, en Wyoming, que dará pistas sobre el rumbo de la economía estadounidense.

El índice S&P 500 avanzaba un 0,70%, un nuevo récord tras tres jornadas consecutivas en máximos históricos, y el índice compuesto del mercado Nasdaq, donde cotizan las principales tecnológicas, avanzaba con más fuerza un 1,40 % a la hora del cierre de los mercados europeos.

Por su parte, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subía un 0,02% tras las caídas iniciales y cotizaba a 43,36 dólares, mientras que el crudo Brent, de referencia en Europa, bajaba el 0,15 % hasta 46,22 dólares.

El euro cedió ligeramente y se vendía ayer a 1,1818 dólares, a la espera de pistas desde Jackson Hole, mientras que la cotización del oro subía el 0,85 % y se situaba en 1.944,51 dólares la onza.