El presidente de la Federación Gallega de Comercio, José María Seijas, reconoció ayer que la situación del sector a día de hoy "es muy complicada", porque "las ventas disminuyeron en un porcentaje muy elevado" en la temporada de verano y las rebajas. Según Seijas, las campañas "que en otros momentos fueron un importante incentivo para los consumidores, apenas se notaron este año" debido fundamentalmente a la situación generada por el coronavirus.

"Se vendió en los dos o tres primeros días", dijo el presidente de los comerciantes gallegos pero aún así la caída "de la facturación, si la comparamos con el año pasado, se sitúa entre un 30 y un 40%, una bajada muy importante".

En su opinión, la consecuencia de este bajón en las ventas es que se ha agravado el estado financiero de los comercios que arrastraban pérdidas como consecuencia del parón de la actividad provocado por el confinamiento. "La situación es muy difícil", dijo Seijas, quien reconoció que muchos negocios no podrán aguantar esta crisis porque "no hay confianza en los consumidores, hay miedo, no se sabe qué va a pasar", y esa "incertidumbre" influye de manera negativa en las ventas. De hecho, precisó que "muchos comercios todavía tienen a parte de su personal en ERTE, pero cuando tengan que incorporar a todos los trabajadores la cosa se va a complicar" y van a tener "problemas" para mantener la actividad "hasta el final del presente año".