La firma gallega de moda Bimba y Lola registró en el primer semestre del año una reducción en sus ventas del 39,1%, lo que conllevó el cierre obligatorio de los 277 puntos de venta. Por su parte, el crecimiento del canal digital de la compañía se disparó hasta alcanzar una subida del 86,2% durante el periodo en el que las tiendas físicas permanecieron cerradas. Las ventas de sus tiendas han mostrado una evolución positiva cada mes desde su reapertura.