Ante los habituales sobresaltos de las tramitaciones administrativas, más en instalaciones de impacto y sin muchos precedentes como en este caso, Greenalia optó por encauzar su primer parque eólico marino en el archipiélago canario y el primero también que se desarrolla en toda España con vocación comercial, antes de sacar a la luz la cartera de tecnología flotante al completo. A Gofio, con cuatro aerogeneradores de 12,5 megavatios (MW) cada uno, se suman los parques Dunas, Mojo, Cardon y Guanche. Tendrán también el mismo número de molinos anclados a entre 61 y 92 metros al lecho marino e idéntica potencia (50 MW en total); y, aunque son "totalmente independientes" en la evacuación de la energía, compartirán emplazamiento en el sureste de Gran Canaria "en áreas que presentan un elevado recurso eólico, seguramente el mayor de toda Europa", según la compañía gallega, lo que convierte a la zona "en la plataforma ideal para el despliegue en España de esta tecnología".

La inversión superará los 600 millones de euros. Por esas dos razones que le llevaron a no desvelar el resto de parques cuando en junio anunció el arranque de la tramitación de Gofio, Greenalia prefiere ser cauta ahora con los plazos. "La previsión es que si todo avanza según lo esperado, los proyectos puedan estar materializados en 2025", asegura el equipo liderado por Manuel García. "Con este nuevo paso, Greenalia confirma su apuesta por la energía eólica flotante, una de las fuentes de generación renovable llamada a ser la base del crecimiento verde en Europa para los próximos años -añade-, donde el 80% del recurso eólico marino se encuentra en profundidades de más de 60 metros".

El salto de uno a cuatro parques de eólica flotante es una evidente ventaja para la generación de economías de escala en el coste de la infraestructura, además de un notable aumento de la producción de la electricidad. Los cinco parques juntos aportarán el equivalente al consumo anual de 350.000 hogares. "Durante el desarrollo, construcción y operación se prevé la generación de un importante número de empleos directos e indirectos, que contribuyen al desarrollo de la energía verde en la región", indica la empresa, que presenta el impulso a estos 250 MW como "un hito clave y esencial para el avance del sector eólico flotante a nivel mundial y una oportunidad histórica para España de liderar r el sector energético". "Un reto -continúa- que supondría además una oportunidad inmejorable para la internacionalización de muchas empresas del sector y la generación de riqueza y puestos de trabajo".

El otro foco del ambicioso plan de Greenalia con la tecnología flotante está más cerca, pensando en la industria auxiliar armada alrededor de la eólica marina con los sucesivos encargos de Iberdrola a Navantia de las jackets para sus parques offshore y las primeras plataformas flotantes construidas en el astillero, como las destinadas para el parque de Viana (Portugal). La compañía avanza que desde el anuncio de Gofio "se establecieron contactos y conversaciones con Navantia" porque para Greenalia "es clave" el efecto arrastre a la industria española y la gallega en particular, "que ya ha venido demostrando tanto su capacitación como su competitividad al conseguir la adjudicación de varios contratos para el suministro de cimentaciones fijas y flotantes y sistemas auxiliares, entre otros".