El presidente del comité de empresa de la multinacional estadounidense Alcoa San Cibrao (Lugo), José Antonio Zan, asegura que el ánimo de los trabajadores de la planta de Cervo "está bien", en el inicio de la segunda jornada de huelga indefinida en el complejo industrial, porque "la gente confía en que los políticos cumplan su palabra".

En declaraciones a EFE, Zan recordó que "han sido muchos los políticos que han salido a hablar de la intervención" del complejo industrial de Alcoa en San Cibrao, y además "de muchos partidos diferentes".

Por ello, opina que "si todos están de acuerdo, no tiene que haber problema ninguno".

En todo caso, el comité espera noticias por parte de la Administración, porque está previsto que hoy se produzca una reunión con "representantes de Industria y de la Xunta de Galicia" para conocer los pasos que están dando los gobiernos central y autonómico.

"En teoría, la reunión se va a producir hoy, pero de momento no tenemos concretada la hora", dijo Zan.

En cuanto al futuro inmediato de la factoría, el comité opina que la solución podría ser "una expropiación para hacer una venta inmediata a otra empresa y así evitar problemas jurídicos en la Unión Europea".

El portavoz de la plataforma que agrupa a las empresas auxiliares del complejo industrial de Alcoa en San Cibrao, Kike Rocha, sostiene que "hoy puede ser un día importante" para el futuro de la factoría, porque los trabajadores que están en huelga indefinida esperan noticias de la reunión con el Gobierno de España y la Xunta de Galicia.

Los trabajadores de las auxiliares, que suman otro millar de personas vinculadas al futuro de Alcoa, participan con sus compañeros en las movilizaciones para reclamar una solución que garantice la producción de aluminio primario en A Mariña y el mantenimiento de todos los puestos de trabajo.

Al igual que los trabajadores de la plantilla de Alcoa, están participando en los campamentos montados en las dos entradas principales de la factoría para evitar la salida de aluminio del complejo industrial, donde ayer comenzó una huelga indefinida que no afecta, en todo caso, al funcionamiento de las cubas de electrolisis.

La fábrica de San Cibrao, propiedad de Alcoa, emplea a unos 1.100 trabajadores, de los cuales medio millar en la producción de alúmina y un total de 610 en la de producción de aluminio primario.

Alcoa planteó meses atrás su intención de despedir a 534 trabajadores de la planta de aluminio primario mediante una ERE, a lo que se oponen los empleados por considerar que tiene viabilidad económica.

La dirección de la multinacional estadounidense planteó entonces aplicar una suspensión temporal de contratos o ERTE, cuyas negociaciones concluyeron sin acuerdo.