La estadística es la ciencia que demuestra que, si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno. La frase, atribuida al dramaturgo y político irlandés Bernard Shaw, constituye un aforismo crítico sobre el análisis de los datos. Y más en el caso de la automoción, un sector que representa en torno al 14% del PIB gallego. Sin ánimo de contradecir a Shaw, la interpretación de las cifras referidas a septiembre en la comunidad gallega arrojan dos conclusiones: que las matriculaciones de turismos reflejan un descenso del 14,5% respecto al mismo mes de 2019 y que los vehículos ecológicos están en alza. En Galicia se matricularon 2.704 coches el mes pasado: 1.236 de gasolina, 846 de diésel y 622 híbridos y enchufables. Esto supone un descenso interanual del 24,14% y del 23,9% en los dos primeros casos, y un crecimiento del 54,73% en el de los coches eficientes que todavía está lejos de revertir la caída global.

Pese a que las cifras generales no invitan al optimismo, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) espera que el mercado se reactive en el último trimestre en base a las ayudas directas del Plan Moves (destinadas al fomento de vehículos alternativos) o del Plan Renove, cuya implementación está tardando más de los previsto. De hecho, los ciudadanos y empresas que desde el pasado junio han comprado un vehículo lo hicieron en muchos casos contando con recibir una ayuda pública que por esas mismas fechas anunció el Gobierno central para respaldar al sector automovilístico, severamente damnificado por la crisis del Covid-19. Pasado este tiempo, las subvenciones del denominado Plan Renove 2020 ni están llegando a los compradores ni se pueden pedir aún, debido al retraso del Ministerio de Industria al habilitar la plataforma informática a través de la que se deberán formalizar las solicitudes.

La nueva entrega del plan Renove, con ayudas públicas de entre 300 y 4.000 euros por vehículo en función de la tecnología (eléctrica, híbrida o de combustión) y de los niveles de emisiones, fue anunciada el día 15 de junio por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el contexto de un conjunto de políticas de apoyo a la industria automovilística. El día 3 de julio las condiciones de las ayudas fueron aprobadas en Consejo de Ministros y el 15 de julio se publicaron los detalles en el Boletín Oficial del Estado, aunque sin que se abriera periodo alguno de solicitud. Durante el mes de agosto, el Ministerio de Industria comunicó en su página web que las solicitudes se deberían presentar de forma telemática a través de una plataforma informática en elaboración. Añadió que tal herramienta estaría operativa "hacia el mes de septiembre". El texto ha cambiado recientemente y ahora señala que, "a lo largo del mes de octubre, se procederá a la activación del sistema telemático de gestión".

Pese a tal retraso, Industria mantiene que el plazo que presumiblemente se abrirá este mes para reservar la ayuda finalizará el 31 de diciembre o antes si se agota la partida presupuestaria prevista (250 millones de euros). Esto es, en un margen muy estrecho de tiempo se habrán de volcar las peticiones correspondientes a más de 110.000 operaciones que ya optan al plan Renove y que sí han accedido a los descuentos que van a cargo de las marcas (hasta 1.000 euros).

Entre los aspirantes estarán muy probablemente buena parte de los gallegos que compraron coche desde junio.

Uno de los efectos del descenso prolongado en las ventas en España es la caída de los ingresos por impuestos. Las cifras del 2020 acumuladas son alarmantes. Según los datos facilitados por la Agencia Tributaria, desde enero a agosto, la tasa del impuesto de matriculación (que está transferido a las comunidades autónomas) supuso una recaudación de 231,17 millones de euros, lo que supone un 42,75% menos que en el mismo periodo del año anterior. En el 2019 se recaudaron 616 millones de euros y este año podría cerrarse con unos 184 millones menos.

Del mismo modo que las ventas y los impuestos registran caídas este año pandémico, la producción de vehículos va a la par. España dejó de fabricar durante el primer semestre 693.768 unidades. En lo que llevamos de año, las factorías españolas han ensamblado 1,27 millones de vehículos, un 32,7% menos que entre enero y agosto del pasado año. El automóvil representa el 10% del PIB español, y este año se espera que caiga cerca del 13% según la mayoría de los estudios, lo que pondrá al sector en aprietos para una pronta recuperación.