El Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG) presentó ayer diversas aplicaciones de exoesqueletos en procesos de producción industrial, en el marco de un simposio internacional de robótica vestible en el que participaron más de 400 profesionales. El CTAG es el centro de referencia a nivel europeo para la validación de este tipo de sistemas dentro de la industria, argumentó su director, Luis Moreno.

En la jornada de ayer se desarrollaron exhibiciones con exoesqueletos de hombro, espalda, manos y piernas, cuyo objetivo es doble: la mejora ergonómica de los puestos de trabajo, para evitar lesiones, y del rendimiento de producción, señaló Víctor Alonso, responsable de procesos y fábrica de futuro de CTAG.

El exoesquetelo de manos consiste en un guante motorizado que ayuda a reducir la carga muscular que soporta un operario a lo largo del día; el de pierna alivia tareas centradas en el trabajo a media altura, al permitir un apoyo y evitar realizar las tareas de pie.

El de espalda, focalizado en el movimiento de elementos, protege a las personas cuando realizan operaciones de movimientos rápidos; y el de hombros alivia el trabajo de brazo por encima de esta parte del cuerpo.