Antes de que el gran David Copperfield hiciera desaparecer al público del escenario, las abuelas españolas de la postguerra ya hacían magia. Era increíble ver sus despensas abastecidas de comestibles con tan escasos recursos económicos. Una de las razones es que se habían curtido con la cartilla de racionamiento, una libreta que les enseñó las prioridades de la vida a base de cupones de aceite y patatas. Su huella ecológica era impecable bajo la máxima generacional de "aquí se aprovecha todo y no se tira nada" . Precisamente las abuelas de Monte Alto se convirtieron en clientas de Despensa77 cuando la primera tienda residuo cero de Galicia abrió en la calle de la Torre hace tres años. "Al principio me apoyó mucho la gente mayor porque le gusta comprar en el barrio y porque está más familiarizada que los jóvenes con los productos a granel", asegura Lara Prendes, la propietaria de este establecimiento con alimentos orgánicos. Y cuando arrancó la actual guerra contra las bolsas de plástico, el mundo empezó a recuperar el carro de la compra de la tía o la abuela de esta emprendedora con sangre gallega y asturiana. "Son costumbres que no debieron perderse nunca", afirma.

Desde junio, el negocio dispone de más espacio en su nuevo emplazamiento de la calle San Andrés. "El proyecto crece", asegura su propietaria, que ha conseguido ampliar su clientela entre públicos muy dispares, desde familias tradicionales a jóvenes concienciados con la alimentación saludable y el respeto al medio ambiente.

Lara Prendes acaba de cumplir 36 años y tiene la posibilidad de celebrarlos como mejor Emprendedora Joven Europea 2020 el próximo martes, fecha de la gala online organizada por Youth Business International para adjudicar este reconocimiento. La coruñesa es finalista por España al convertirse en la mejor iniciativa empresarial del país según el jurado de Youth Business Spain , una fundación en favor del emprendimiento presente en trece comunidades autónomas. "Para nosotros ya es la ganadora", afirma Luis García, presidente de la Fundación Ronsel para el fomento del empleo, que opera como socio gallego de la red española. Once candidatas de la UE, Rusia y Kazajstán compiten por el galardón, desde el proyecto de café eco-responsable liderado por Mathilde Cortinouis en Lyon (Francia) a la plataforma de clubes deportivos creada en Italia por Giulia Pettinau y que ya emplea a 16 mujeres.

"El premio será una oportunidad para celebrar el espíritu empresarial femenino en toda Europa y mostrar el increíble trabajo que hacen las mujeres, al tiempo que reconoce las barreras importantes que a menudo enfrentan al establecer una empresa", sostiene Youth Business Spain.

¿Por qué España eligió la iniciativa coruñesa para acudir a esta convocatoria? "Lara es una emprendedora que dejó atrás su carrera en la industria de la moda para seguir sus convicciones y contribuir a mejorar el mundo. Trabajó muy duro y abrió el primer minimercado cero residuos de la comunidad gallega. Un negocio libre de envases plásticos e impulsor del comercio sostenible. Es un referente en alimentación ecológica gracias a su oferta de productos de alimentación bio a granel y productos sostenibles de hogar e higiene sin envase", sostiene Youth Business Spain. Y añade: "Gracias a esta emprendedora, los coruñeses pueden realizar la compra de un modo enteramente responsable y sostenible y divulgar una alimentación saludable".

Tras una década en el sector de la moda, Lara Prendes dejó su carrera como diseñadora "porque no se alineaba con mis valores". "Diseñé productos que no tenían más sentido que el de consumir y ahora quiero poner en el mundo cosas con sentido", explica. El objetivo es comprar "lo que se necesita, no más" y "escapar de la comodidad del usar y tirar" . "Hacer la compra así requiere organizarte un poco más, pero merece la pena", dice.

Despensa77 también apuesta por la cercanía y el precio justo a los agricultores. "No hacemos campañas de ofertón, pero contamos con producto local, nacional y europeo. Fuera de este ámbito miramos con lupa el producto que traemos de lejos como algunas especias y frutos secos", señala.

La galletas del Taller de Sobremesa, "que elabora una chica de A Coruña en exclusiva para nosotras", o la mermelada de la firma oleirense As Camposeiras son algunos comestibles locales. El recipiente de vidrio de esta confitura, el único producto envasado de la tienda, no va a la basura: o lo usa el cliente o lo devuelve a cambio de 15 céntimos para que lo reutilice la marca. Otra novedad es que cuenta con graneles líquidos, desde cremas de frutos secos a kombucha gallega, tamari, miel autóctona, sirope de dátil o aceite de coco. "Aceptamos que el cliente traiga sus propios envases, aquí solo se paga el producto", explica. Las bolsas de papel de la tienda son compostables.

El compromiso ecológico abarca todo el proyecto. Despensa77, que utiliza las redes sociales, cuenta con un servicio de catering saludable y durante el confinamiento activó una aplicación de reparto a domicilio en colaboración con el servicio de bicicleta Vanenbikke. Ahora la finalidad es poder darle salida a los pedidos fuera de la ciudad coruñesa de forma sostenible.