Con su habitual tono entusiasta y desenfadado, el consejero delegado de Hijos de Rivera, Ignacio Rivera, se ganó ayer al auditorio en la apertura del curso de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidade da Coruña. Entre consejos de gestión empresarial y exposición de datos, el líder de la cervecera hizo algunas confesiones durante su conferencia. "A mí estuvieron a punto de echarme de la compañía varias veces", aseguró el heredero de cuarta generación de esta empresa familiar nacida en 1906. Rivera se mostró positivo de cara al futuro porque aunque reconoció que Estrella Galicia está "sufriendo" por la crisis del coronavirus, le va "menos mal" que a sus competidores.

A los estudiantes y futuros empresarios les recomendó "soñar y rodearse bien". Son dos claves que Rivera presume de aplicar en su día a día. "Soñar siempre es gratis", valoró para luego matizar que "cumplir los sueños no siempre es gratis". Ese coste, en su experiencia, suele valer la pena aunque de inicio pueda parecer una pérdida. En este contexto, Rivera relató una de esas veces en las que según dijo se jugó el puesto: cuando quiso llegar con su manguera de cerveza hasta Sevilla. "Los que hacen los números me decían 'tú estás mal de la cabeza', yo quería llevar cerveza a Sevilla desde A Grela en un camión y decían que llevar mil litros no era rentable. Con un cliente solo no lo era pero fue una de nuestras claves de éxito. Llevamos ese tipo cerveza, esa calidad y nuestros clientes empezaron a tener éxito en sus locales, conseguimos visibilidad y ganamos clientes", explicó sobre su expansión.

El anuncio de "Adorro Galicia" fue otra apuesta ganadora de Rivera cuestionada en un principio. Así como su tozudez a la hora de defender que "Galicia" permaneciese como parte de la marca Estrella, en contra del criterio de los asesores que sostenían que le confería un carácter regional y lastraba su entrada en otros mercados. "No duraron mucho trabajando con nosotros", apostilló Rivera, quien se definió como una empresario "disruptivo" y presumió de haber transformado una empresa jerárquica en " redárquica". "Somos como tuercas, que encajan unas con otras y el sistema funciona a base de girarlas", explicó.

En su discurso, Rivera ensalzó la audacia y el valor de los errores para avanzar. "El que no se equivoca es que no arriesga los suficiente", aseveró y reconoció que en Estrella Galicia se equivocan "muchas veces". "Imaginaos para hacer una cerveza de percebes las veces que te tienes que equivocar. La primera, yo la escupí -confesó- pero nuestro reto era hacerla".

"SI ME VA MAL COBRO LA MITAD"

"La mitad de mi sueldo es variable así que si me salen mal las cosas me bajan el sueldo a la mitad. Este año el sueldo me lo bajaron pero así es la vida", comentó Rivera a los estudiantes reconociendo que la empresa pasa por tiempos duros. "Estamos sufriendo pero depende de con quién nos comparemos", matizó y se mostró "orgulloso" de su gestión de la pandemia. "Lo primero que hicimos fue pedir 80 millones porque teníamos que funcionar como un escudo y ayudar a los bares", dijo, y recomendó a la hostelería avanzar en su digitalización.

Ignacio Rivera prevé que 2021 será un año "complejo" porque "tenemos -dijo- virus para rato". "Es lo que toca, tenemos que seguir peleando con alegría", concluyó.