El efecto rebote del empleo en los meses de verano se daba por descontado. Por dos razones. La primera, que el mercado laboral venía de una situación extrema en los meses anteriores con un duro confinamiento y la paralización un par de semanas en abril de toda actividad que no fuese esencial. La segunda es el tradicional empuje de la campaña turística, esta vez, evidentemente, con mucho menos fuelle por el temor a la pandemia y las restricciones para frenar la propagación. ¿Resultado? Galicia ganó en el tercer trimestre del año 32.200 ocupados, casi la misma cantidad que había perdido entre abril y junio (32.600). El incremento, un 3,1%, es calcado al registrado en el conjunto del país, con 569.600 nuevos empleos; y, además, el más elevado durante los meses de la temporada estival desde 2006. Pero, aún así, la comunidad acumula una notable caída del 2,1% en la ocupación en comparación con el mismo periodo de 2019, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y su homólogo en la región, el IGE. Por si quedaba alguna duda a estas alturas de que la precariedad agrava el impacto del coronavirus en el empleo, el 70% de los 23.100 puestos perdidos en Galicia durante el último año eran jornadas parciales.

El número de ocupados en el tercer trimestre del año en la comunidad se situó en 1,082 millones. Cerca de 948.000 están a jornada completa tras un alza del 4% respecto a junio. Otros 135.000 solo trabajan parte de una jornada convencional, un 3,6% menos que el trimestre anterior y la cifra más baja de los últimos ocho años. En su caso, en el último año se destruyeron uno de cada diez ocupaciones, mientras que en las de tiempo completo la caída respecto a septiembre de 2019 fue del 0,8%.

La hostelería lidera las contrataciones a tiempo parcial en Galicia. Suponen más del 25% del total. Y es también el sector que encabeza el retroceso anual de empleo con un recorte de 10.100 efectivos, pese a los 9.300 que incorporó para la etapa veraniega. Proporcionalmente, lo peor de la sangría laboral se lo llevan las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, también con una altísima tasa de parcialidad. Se quedaron sin el 22,5% de los trabajadores en los últimos doce meses. También en el tercer trimestre de este raro 2020 atenuaron la caída con 2.300 nuevos ocupados.

La crisis el coronavirus mueve el mercado laboral gallego hacia los extremos. De la misma manera que los sectores más ligados a las limitaciones de aforo y horarios sufren con especial virulencia la caída, otros menos expuestos dejan subidas muy fuertes en la ocupación. Como el 85,7% (3.000 más) entre los mecánicos de precisión de metales, ceramistas y vidrieros; el 52% de subida (4.300) entre los peones agrarios, forestales y de la pesca; o el 33% (4.900) registrado en los profesionales de apoyo a la gestión administrativa.

Los asalariados remontan un 3,6%, hasta los 880.600, frente a los meses más duros de la pandemia y la bajada anual es del 0,9%. Durante el tercer trimestre se crearon 1.800 puestos indefinidos y 28.700 temporales, aunque son estos últimos los que en la comparativa anual van en descenso: 27.100 menos, un recorte del 11,1%, mientras que hay 18.800 indefinidos más (2,9%). El sector público se consolida como una sólida fuente de empleo. Roza los 198.000 asalariados tras un incremento anual del 5,9% (11.000 efectivos). El sector privado perdió en este tiempo un 2,7% de sus empleados (19.100).

El tercer trimestre trae un destacado ascenso de la población activa. Son 34.500 personas de más de 16 años que trabajan o están en disposición de hacerlo. Eso ayuda también a que el desempleo crezca en 2.300 personas (1,6%), hasta las 144.800. En toda España lo hace un 10,5% (355.000) y la tasa de paro se sitúa en el 16,3%. En Galicia mejora una décima (11,8%) ayudada por el aumento de los activos. Los jóvenes se quedan al margen. En los de 16 a 19 años llega al 48%; al 34,4% entre los 20 y los 24; y por encima del 23% en los de 25 a 29 años.

MÁS DE 53.000 HOGARES CON TODOS EN PARO

En Galicia quedan 53.200 hogares con todos sus miembros activos en paro tras un descenso de 3.900 durante el tercer trimestre del año. En comparación con el mismo periodo de 2019, son 3.100 más, lo que supone un incremento superior al 6,2%. Las familias justo en el caso contrario, con todos sus miembros activos ocupados, aumentó en 2.800 respecto a junio y se redujeron en 9.700 en los últimos doce meses.

LOS AFECTADOS POR ERE CAEN MÁS DE UN 88%

El número de gallegos que en el momento de la entrevista para la Encuesta de Población Activa (EPA) no trabajaron nada a pesar de tener un empleo pasaron de 300.500 en el segundo trimestre a 185.900. De ellos, más de la mitad no lo hicieron porque estaban de vacaciones. Otros 49.200 por enfermedad. Y 14.200 por estar en un Expediente de Regulación de Empleo, lo que supone una caída del 88% respecto a los 120.500 del trimestre anterior.