"Vendo más ginebra en Australia que en León", afirma Enrique Pena, dueño de Vanagandr Destilerías SL, una micropyme de Cambre que el año pasado facturó en el mercado exterior más de la mitad de su cifra de negocio. "Ahora es una locura", añade en referencia a la convulsión económica por el coronavirus. Precisamente las restricciones del Covid marcaron ayer la jornada de apertura de la VII edición de Exporpymes, la feria de exportación de la Cámara de Comercio de A Coruña que por primera vez se celebra en formato virtual. A falta del ya tradicional cara a cara en Expocoruña, este año el evento pone en contacto a través de una web a 80 empresas gallegas y 50 importadores de 30 países y cuatro continentes, con el afán de seguir impulsando las exportaciones en tiempos del Covid.

Jorge Millán, director comercial de Orballo, salía ayer con buen sabor de boca de su videoconferencia con un exportador de Perú, al que le expuso el proyecto de esta pequeña empresa en expansión dedicada al cultivo, transformación y comercialización de productos ecológicos desde el concello coruñés de Paderne, especializada en plantas aromáticas, medicinales y té. A través de esta feria virtual contactó también con un importador marroquí, aunque sus dificultades de conexión obligaron a posponer la entrevista. "Es extraño, a mí me gusta mucho más el cara a cara porque es más fácil explicar, mostrar el producto y dar a probar", reconoce Millán, a la vez que valora que la feria se haya adaptado a las circunstancias.

Con buena imagen e "infusiones que saben" y que invitan al "placer", explica Millán, Orballo puede presumir de seguir creciendo en tiempos convulsos, aunque abrirse camino en el mercado exterior se ha vuelto más complicado. "Por ahora la exportación tiene un peso muy pequeño para nosotros, el único país donde estamos es México. Habíamos firmado ya un acuerdo con Filipinas, pero se ha parado con el Covid. Ahora la gente es más reacia a introducir productos nuevos", explica el director comercial de esta empresa coruñesa con una decena de empleados en plantilla que cuenta con la primera plantación de té certificado ecológico en Europa, en Paderne.

Desde Cambre, Enrique Pena saca adelante su destilería de ginebra sin más ayuda que el apoyo familiar esporádico. Con su empuje, en cinco años ha conseguido colocar este producto gourmet en Estados Unidos -su principal mercado-, Panamá, México, Australia, Holanda, Dinamarca y Suiza. Está en negociaciones con un distribuidor europeo para que Vanagandr llegue además a Alemania, Austria y Polonia. Ayer, gracias a Exporpymes, habló con un importador de Turquía y otro de China.

"La feria te permite establecer el primer contacto, luego enviaremos muestras para que conozcan el producto", explica Pena. Vanagandr se vende como una "ginebra London Dry destilada en alambique de cobre siguiendo la experiencia artesanal del destilado en Galicia" y cuenta además con una etiqueta del ilustrador coruñés David Pintor. Desde lo local y sin grandes inversiones, esta ginebra de Cambre se codea con marcas internacionales. "Vanagandr comparte estantería con ginebras de grandes multinacionales", comenta su creador, orgulloso de haber conseguido "posicionarse" después de montar su proyecto "desde cero". Con un mercado nacional "hipersaturado", dice, este empresario coruñés ha encontrado en la exportación su vía de crecimiento. Aunque su principal canal de distribución son las tiendas gourmet, el cierre del ocio nocturno y las restricciones de la hostelería le están haciendo daño. "El cierre del año va a ser muy complicado", lamenta.

Aceites Abril, la bodega Paco & Lola, las algas de Porto-Muiños, Leche Río, pinturas Teais o la cárnica Torre de Núñez son algunas de las 80 firmas que participan hasta hoy en Exporpymes, entre las que predomina el sector alimentario. Del lado de los importadores, participan por primera vez Mauritania, Mozambique, Ghana o Rusia en una lista que supera los 30 mercados internacionales y que abre oportunidades de negocio a pequeños empresarios coruñeses en plena pandemia.