El mismo día en que el Gobierno remitió al Congreso su proyecto de Presupuestos del Estado para el 2021, el Ejecutivo ya se abrió ayer a posibles modificaciones en una de las medidas más polémicas: la subida de 3,8 céntimos por litro en el impuesto especial sobre el diésel. En respuesta a preguntas de los periodistas, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se refirió ayer al PNV como "socio preferente" del Gobierno en la negociación de los Presupuestos. "Llegaremos a un acuerdo con el PNV", añadió y se mostró dispuesta a negociar con los nacionalistas vascos en el trámite de enmiendas cualquier aspecto, incluido el rechazo que en este grupo parlamentario suscita la mayor tributación del gasóleo para vehículos no profesionales. Ciudadanos informó ayer que había negociado con el Gobierno dar marcha atrás en su decisión de aumentar la fiscalidad del diésel y que, tras ello, la formación naranja se comprometía a no presentar una enmienda de totalidad contra el proyecto de Presupuestos y que favorecería su tramitación. "Yo no he tenido ese contacto", dijo Montero en rueda de Cs. Después de eso, el partido de Inés Arrimadas reiteró que tiene el "compromiso" de la Moncloa de que los Presupuestos no incluirán tal subida. El portavoz de Transición Ecológica de Unidas Podemos en el Congreso, Juantxo López Uralde, opinó que "no tendría ninguna justificación" retirar el aumento de la fiscalidad al diésel. Cs se arrogó ayer el mérito de que el proyecto de Presupuestos del Estado no haya incorporado mayores subidas de impuestos y juzgó asumibles las que sí han sido incorporadas, salvo la del diésel.