La venta de la planta de Ferroatlántica en A Costa Morte y de sus diez centrales hidroeléctricas -al fondo TPG Sixth Street Partners por 170 millones de euros- no ha bastado para tapar el profundo agujero financiero del Grupo Villar Mir (GVM), holding personal del octogenario Juan Miguel Villar Mir. La multinacional Ferroglobe (participada al 53% por GVM) negocia una reestructuración de deuda con sus acreedores y prepara nuevos ajustes tras el recorte de ayudas públicas a las industrias electrointensivas. La compañía ha informado a los sindicatos de que está elaborando un plan de reestructuración a nivel internacional que incluye a su filial española, Ferroatlántica. El comité de empresa coruñés confía en que la planta de Sabón esquive los recortes y mantenga sus 122 empleos.

Por el momento, la multinacional de ferroaleaciones no confirma ni descarta ajustes en Sabón y explica que "el plan aún no está finalizado, si bien se confirmó el exceso de capacidad global y se está estudiando cómo implementarlo en algunas plantas europeas". "Todavía es pronto para avanzar datos específicos", argumenta Ferroglobe, que este mismo mes se reunió con el comité de empresa europeo para informar a los representantes sindicales de que "se está estudiando un plan estratégico" que pasa por nuevos recortes.

A falta de más concreción en las medidas, algunas fábricas ya se han puesto en pie de guerra. Es el caso de Ferroatlántica del Cinca, en Huesca, cuyos 150 trabajadores han sido convocados a movilizaciones contra la parada previsible de tres de sus cuatro hornos. La planta de A Coruña tiene una plantilla similar (122 empleos directos), pero por el momento su comité de empresa está tranquilo y espera continuar en la actual situación: con dos de sus tres hornos en activo y sin llegar a aplicar el ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) firmado hace año y medio a nivel estatal, ni ningún otro ajuste laboral. La clave, según explica el comité de empresa, es que el producto que se fabrica en A Coruña, el silicio metal, tiene buena acogida en el mercado, lo que a juicio de Francisco Blanco, portavoz sindical, blindará la planta de Sabón frente a los recortes del grupo. "No tenemos garantías hasta que no veamos el plan, pero pensamos que los ajustes se harán en otras fábricas de Ferroatlántica, aquí la empresa tiene planes para mantener la producción", confía Blanco. Además, la compañía ligó la venta del complejo de Cee-Dumbría a un plan de mejora para Sabón, la única planta que mantiene en Galicia.

El silicio metal se emplea principalmente en la industria del aluminio y la química. También se utiliza en la industria electrónica, así como en la fabricación de paneles fotovoltaicos o siliconas. Francisco Blanco apunta además a la producción de coches eléctricos como un campo de futuro para las ferroaleaciones que salen de Sabón. La fábrica de Monzón (Huesca), en cambio, está dedicada a "derivados del manganeso, que ahora no tienen mucha demanda", explica Blanco.

"Ferroglobe desea colaborar y garantizar que se mantenga el diálogo social. Como cualquier compañía global, debemos analizar constantemente nuestra estructura y organización para brindar el mejor servicio a nuestros clientes y operaciones, garantizando al mismo tiempo la eficiencia, rentabilidad y competitividad de nuestro negocio", sostiene la compañía del Grupo Villar Mir.