Rosana Pena y María Tomé son las socias de Verso Libre, una "tienda de barrio" que busca diferenciarse a través de su "conexión con el arte y la artesanía", explican. Ninguna de las dos había trabajado antes en la venta al público pero ambas veían en este negocio una salida a su situación de desempleo acorde con su estilo e inquietudes. "Nos conocimos en un curso de docencia y nuestra primera idea era montar un espacio para impartir talleres y cursos. Teníamos el local buscado para empezar en marzo pero al final el Covid no lo hizo viable y tuvimos que darle una vuelta. En octubre abrimos la tienda", resume María Tomé. La decisión causó cierta sorpresa en su entorno: "Nos decían de todo: que si estábamos seguras de lo que hacíamos, que si no sería mejor preparar unas oposiciones... Pero decidimos abrir", añade Rosana Pena.

Sus propietarias celebran que en las pocas semanas que la tienda lleva abierta en la plaza de San Nicolás la respuesta está siendo muy buena. "Yo entré por casualidad y estoy encontrando un montón de cosas que me encantan", interrumpe una mujer que curiosea un burro de ropa. Las dueñas responden agradecidas. "Estas son las cosas que te compensan", sonríe María Tomé, que tiene la ilusión de poder retomar el proyecto formativo en un futuro y aplicar sus conocimientos como arteterapeuta. El arte es precisamente el alma con la que Verso Libre se quiere diferenciar. También el movimiento. "Es un trabajo de estar constantemente buscando y ofreciendo algo nuevo. Todas las semanas hacemos cambios en la tienda, así que si alguien del barrio entra una vez por semana encontrará cosas distintas", explica Pena.

La ropa -original y de precio ajustado, según definen- es lo que más se está vendiendo en esta tienda ecléctica donde se exponen además obras de artistas locales y piezas artesanía, desde cerámica gallega a figuras de Senegal. Para Tomé, "lo peor de la situación actual es no poder viajar" porque complica mucho el acceso a los proveedores, una tarea básica para arrancar un negocio comercial. "No te puedes poner en París, en Milán o en Lisboa para visitar a un proveedor y conocer sus productos", lamenta. Aún así, se las arreglan para combinar artículos de productores locales con oferta internacional.

Sus creadoras cuentan que Verso Libre nace como una apuesta física: "En estos tiempos lo más fácil habría sido irse a una tienda online, pero queríamos que fuese un espacio físico". De hecho, a día de hoy no tienen habilitada la venta por internet, aunque sí utilizan redes sociales para promocionar el negocio. "Si por causa del Covid tuviéramos que cerrar un tiempo la tienda nos volcaríamos en poner en marcha el canal digital", añaden. Pero la idea es potenciar un espacio en el que apreciar los colores y las texturas con todos los sentidos y en el que los clientes se sientan a gusto. "Buscamos la sensación de estar en casa, en un lugar agradable", afirma Tomé, que señala que la formación como interiorista de su compañera ha contribuido a esa calidez.

La incertidumbre asociada a la pandemia y el posible endurecimiento de las medidas están ahí, pero estas empresarias prefieren ceñirse al corto plazo. "Ahora no pensamos más que a una semana vista. A ver cómo va hoy el día y ya mañana viene el siguiente. Intentamos mantener la ilusión", afirma Rosana Pena. Con este espíritu afrontan la campaña de Navidad más extraña para el comercio. "Esperamos que vaya bien. Claro que tampoco sabemos qué es ir bien. Para nosotras será la primera campaña de Navidad, así que lo no tenemos con qué comparar", ríe. Ventajas de la primera vez.